Sugov
El país se enfrenta a la necesidad de imprimir reformas a la Ley 30 de Educación Superior, como única salida para asegurar que todos tengan acceso al pre-grado. Ministra Parody dice que no es un sueño… Las promesas siguen y doña Mechas mira de reojo, temiendo que le metan “gato por liebre”
Por Fernando Alexis Jiménez
Doña Mechas se fue feliz para Villavicencio cuando le anunciaron que la educación en Colombia sería la mejor del mundo. Lo escuchó en el discurso de posesión de JuanPa. Cuando regresaba a su ciudad en el avión, iba pensando si sería bueno sacar otro video en Youtube. En esta nueva aparición no hablaría de Zurriaga—que al fin y al cabo llevará del bulto por cuenta del Hacker y la estrategia de “tirar la piedra y esconder la mano” que distingue a Uribe–, sino de las maravillas que vienen en estos cuatro años de gobierno.
Y es que ella al igual que millares de colombianos creen en el anuncio del Presidente Santos, quien prometió no solo durante su campaña de reelección sino en el momento de su posesión, que Colombia iba a ser el país más educado de América Latina en el 2025. Su propuesta busca cambiar el discurso guerrerista que manejó Uribe durante ocho años al volcar sus esfuerzos en la promoción de la seguridad democrática, a la que se le debe la penalización de la protesta social, la muerte de sindicalistas—en su mandato alcanzaron las cifras más altas de toda la historia–, los falsos positivos y, por supuesto, la desaparición misteriosa de defensores de derechos humanos en muchos lugares del país.
La iniciativa podría no ser tan utópica y escapar de los sueños propios de un novelista en ciernes y no de un político zorro como Santos, si él tuviera claro el panorama en torno a tres elementos que asegurarían que tanta dicha fuera cierta: En primer lugar, bajar los niveles de deserción estudiantil; segundo, asegurar una educación de calidad que vaya de la mano con la generación de bienestar a los estudiantes y mejorar las condiciones laborales de los docentes, y en tercer lugar, ampliar la cobertura mediante la construcción, puesta en funcionamiento y sostenibilidad para nuevos establecimientos educativos.
Los maestros colombianos, que no comen cuento —como tampoco nosotros en la Gobernación le podemos comer cuento al Danny Devito vallecaucano–, salieron a marchar el 27 de agosto “Por la defensa de la educación pública, el derecho a la vida y un servicio de salud digno”. Ellos tienen muy claro que asegurar la mejor educación del mundo será imposible, más cuando la mayor parte del Presupuesto Nacional se orienta a fortalecer la estructura de defensa, mientras se descuidan la seguridad social, los temas de vivienda, generación de empleo y promoción de la justicia social.
Santos promete, los empresarios responden
Mientras que Santos promete impulsar las carreras tecnológicas, la visión que tienen las empresas es de exigir el cartón de profesional y si admiten a un tecnólogo los salarios, no son los mejores… Las ironías de la vida.
 |
| Ministra de Educación, Gina Parody, impulsando una nefasta reforma al sistema educativo en Colombia |
A la par de las promesas de Santos, no podemos olvidar que hace más de tres años fracasó en el Congreso el proyecto de reforma a la educación superior, y el tema que generó polémica y desató manifestaciones masivas en todo Colombia, se archivó en los anaqueles del olvido y dejó de ser parte de la agenda pública de los colombianos.
La Parody promete “reformas” sin tocar la Ley 30
La nueva Ministra de Educación está hablando de imprimir reformas al sistema educativo sin tocar para nada la Ley 30 de diciembre 28 de 1992 que sentó las bases de la moderna educación superior, que privilegia a quienes pueden pagar una universidad privada, y margina a los hijos de empleados de tener la oportunidad de formarse para el trabajo.
Es un tema que nos toca a ustedes y a mí, como servidores de la Gobernación, porque con aumentos salariales miserables como el 2.98% impuesto por Ubeimar, nos tocará hacer una y mil maromas para que nuestros hijos puedan al menos, pasar por una institución universitaria.
Doña Mechas se fue contenta para Villavicencio, pero sin duda pronto despertará de su sueño y se encontrará con la dura realidad. La transformación de la educación para que sea asequible a todos, como dice Santos, es una promesa de campaña que se quedará en eso: Una promesa, como también se quedará sin cumplir la anunciada desaparición del 4 x 1000, ya que a pocos días de su posesión, salió al paso para anunciar que es necesaria su continuidad para financiar el Presupuesto Nacional del 2015.
About Author
