
Lo de Chile bien puede tener su resonancia en Colombia en los primeros seis meses del 2022. Amanecer谩 y veremos, a no ser que la violencia se expanda para bloquear la insurgencia revolucionaria de las masas.
Por Horacio Duque,聽analista internacional
Los resultados electorales de las votaciones presidenciales en Chile este 19 de diciembre del 2021 confirman el vigor del nuevo ciclo聽 de cambios progresistas en la regi贸n.
La ultraderecha pinochetista representada por Kast qued贸 relegada聽 y la ciudadan铆a fue consecuente con la enorme movilizaci贸n desatada desde el segundo semestre del 2019 contra el modelo neoliberal y el poder de las oligarqu铆as financieras y mineras que se apropiaron del Estado y de amplios bienes comunitarios desde la dictadura del General Pinochet y la perversa transici贸n pol铆tica gestionada por la denominada Concertaci贸n que contemporizo con toda la fantas铆a neoliberal y el consumismo postmoderno.
La casta dominante chilena es muy poderosa y exist铆a el temor justificado por la desviaci贸n del proceso democratizador y de insurrecci贸n social que se present贸 desde el 2019, mediante varias medidas o maniobras medi谩ticas y el recurso a la violencia con la militarizaci贸n de la Macro zona sur donde habitan los Mapuches.
Adem谩s, la Convenci贸n constitucional en funciones ha sido objeto de la presi贸n para acotar su trabajo a la construcci贸n de un Estatuto arm贸nico con los Ejes de la Constituci贸n de 1989, inclinada hacia el mercado capitalista y contraria a los derechos fundamentales de la sociedad.
El pronunciamiento de ayer, no obstante las contradicciones pol铆ticas y discursivas de Boric, le da un respiro a las mayor铆as populares y recarga la potencia de la multitud para que se enfoque en una transici贸n estructural que haga el corte definitivo con el paradigma neoliberal, socialdemocratizante, en su pen煤ltima versi贸n.
EL CONTEXTO COLOMBIANO
En los mismos t茅rminos estamos en Colombia. La ultraderecha retardataria y violenta agota toda suerte de maniobras para impedir la expresi贸n pol铆tica de las poderosas movilizaciones de masas ocurridas desde el 2019. La m谩s reciente salida corre por cuenta de la verborrea populista de Rodolfo Hern谩ndez, una especie de Trump andino, que haciendo gala de su asquerosa fortuna derrocha demagogia contra los pol铆ticos corruptos y a favor de la arremetida policial contra los manifestantes estigmatizados como v谩ndalos por la Presidencia de la Rep煤blica, el Ministro de la Defensa y el Fiscal.
Hern谩ndez esta disparado y lo que puede suceder es que con las 铆nfulas agregadas por la maquina medi谩tica del uribismo, el debate se centre entre este personaje y Gustavo Petro, la figura principal del Pacto Hist贸rico, la coalici贸n democr谩tica que crece como alternativa popular para el cambio y las reformas estructurales.
Lo cierto es que la escena pol铆tica nacional se mueve por la preponderante incidencia de Petro que en el mediano plazo debe expresarse en la elecci贸n de un amplio grupo de senadores (40) y representantes (50) como un bloque legislativo comprometido con la propuesta program谩tica del Pacto hist贸rico.
Lo de Chile bien puede tener su resonancia en Colombia en los primeros seis meses del 2022. Amanecer谩 y veremos, a no ser que la violencia se expanda para bloquear la insurgencia revolucionaria de las masas.