A Johana, que vive en los recuerdos. Vendió una moto, dos relojes, las pocas joyas que compró a plazos, hizo rifas y ofreció postres en el vecindario. Todo para reunir los casi seis millones del tiquete de ida y vuelta a España, aunque sabía que no habría regreso. “Acá en mi país no consigo trabajo. […]