SINDICATO UNITARIO DE LA GOBERNACIÓN DEL VALLE DEL CAUCA
NOSOTROSCONTACTO 27 Mar, 2023

Análisis

ppotes11/06/2022
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Como lo planteara el filósofo francés Luis Althuser en los años setenta del Siglo XX, los medios de comunicación hegemónicos, es decir, aquellos que ejercen su poder de desinformación en grandes conglomerados de la sociedad, son aparatos ideológicos del Estado, así como todo el armario jurídico y judicial, sus mecanismos de coerción y sus Fuerzas Armadas, su sistema de relaciones políticas y de partidos, su sistema educativo y de dominación simbólica.

Luis Alfonso Mena S.| Periodista, historiador, abogado y docente universitario


Hace una semana, el viernes 28 de octubre, estábamos a esta hora en la Plazoleta de San Francisco de nuestra querida ciudad de Cali, a unas pocas cuadras de este auditorio, en el plantón de solidaridad con los centenares de muchachos y muchachas detenidos por el gobierno de Iván Duque en la represión que ese régimen despiadado desató a lo largo de 2021 contra el pueblo colombiano que protestaba en las calles, represión que dejó más de cien jóvenes asesinados, 48 de ellos en la capital del Valle del Cauca, miles de heridos, torturados, perseguidos, capturados.

Allí, en ese plantón, encontré a Martha Yesenia Tascón, la esposa de Jhontan Sabogal, un hombre de apenas 30 años que pereció en el fatídico incendio ocurrido en la cárcel del municipio de Tuluá, en el centro del departamento, a dos horas de Cali, en la noche del martes 28 de junio de 2022, mientras esperaba que lo procesaran por haber ejercido su derecho legal y constitucional a la protesta en el municipio de Bugalagrande. Había sido detenido el 9 de diciembre de 2021.

Martha Yesenia estaba con sus dos hijos, de 11 y 12 años, reclamando la libertad de su hermano, Víctor Alfonso, uno de los 300 muchachos perseguidos y capturados por reclamar sus derechos en las jornadas del año pasado, y, también, clamando justicia en relación con el caso de Jhonatan, cuya desaparición hoy, cuatro meses después de ocurrida, permanece en la impunidad.

Con el sufrimiento que se dibuja en su rostro y que seguramente anida en lo profundo de su alma, Martha Yesenia nos mostró las fotos que, con un estoicismo estremecedor, tomó al cadáver de Jhonatan, nos habló de sus heridas de balazos y profundas cortadas por todas partes, y nos recordó que esas laceraciones no las causan ni el fuego ni el humo, pidió ser escuchada y ¡que haya justicia! Ella y sus niños, con la doble tragedia a cuestas, la del joven esposo y padre asesinado en una cárcel al lado de 54 seres humanos más, y la del hermano, preso en Popayán, continuaron en la plazoleta, al lado de muchos más portadores de otras historias de dolor y sufrimiento. Luego partirían hacia el centro del Valle. Ella madrugaría al día siguiente a recolectar algodón, para seguir ganando el sustento de sus hijos.

Luego de editar el video con la entrevista a Martha Yesenia lo difundimos en redes, empezando por hacerlo llegar a otras víctimas, la mayoría madres, porque las madres son quienes más luchan por reivindicar la memoria de sus hijos sacrificados, en una brega desesperada, titánica y muchas veces solitaria, con el propósito de que los asesinatos cometidos contra sus muchachos no queden en el olvido ni en la impunidad.

Una de esas madres con quienes tenemos contacto, en razón del ejercicio de memoria testimonial en el que estamos empeñados para documentar la tragedia de 2021, me escribió desde Medellín preocupada porque, dijo, espera que los cambios se aceleren, que haya justicia para su hijo, hoy detenido también perseguido por participar en las protestas, e insistía en que muchos de los politiqueros de siempre siguen reinando.

Yo le respondí que los cambios no son inmediatos. Que el nuevo poder apenas empieza a construirse en nuestro país y que está siendo entrabado por la extrema derecha. Le dije, además, que los medios de comunicación de las oligarquías están en una ofensiva descomunal de manipulación y mentiras para oscurecer el ejercicio del nuevo gobierno, precisamente para desmotivar a quienes se echaron al hombre su elección atravesando ríos y montañas, inundando calles y comunas, convencidos de que es la hora de los pobres y los excluidos. Le respondí también que esa ofensiva de desinformación contra las esperanzas de cambio que todos los días irriga las mentes de los colombianos por radio, televisión y redes online es una trampa de las hegemonías que pretenden adocenar y domesticar la voluntad popular, y conspirar con el arma de la manipulación para dar al traste con esa voluntad social.

En fin, le recordé que los poderes municipales y departamentales en su inmensa mayoría siguen en manos de mafias, de piratas de la Administración Pública, de corruptos de toda laya y de politiqueros de las maquinarias del establecimiento que durante más de 203 años han usufructuado alcaldías y gobernaciones en representación del poder bicéfalo feudo-financiero. Y que esos alcaldes y gobernadores no dependen del Presidente.

Cuento aquí estas historias porque, primero, creo un deber ético y político rendir homenaje a esas madres y tantas mujeres y hombres del pueblo víctimas de Duque, del uribismo, de sus Fuerzas Armadas y del aparataje judicial y, segundo, porque simbolizan el doble carácter del momento en que nos hallamos: el de miles y miles de seres que acompañaron la protesta ciudadana en 2021 reclamando solución a sus problemas de toda la vida y el de miles y miles de seres que transformaron sus resistencias populares en resistencias políticas en las urnas, en procura del cambio, y ahora esperan la materialización de sus esperanzas.

Pero en los telones de fondo de esas historias subyace el fenómeno político comunicacional, porque el ejercicio de la comunicación y del periodismo es un acto político y, además, de ejercicio de los derechos humanos fundamentales. Por eso en la convocatoria de este foro hablamos de los preceptos 18 (libertad de conciencia), 20 (libertad de expresión e información) y 73 (protección del periodismo para garantizar su libertad e independencia). Es esa, teóricamente, la columna vertebral del derecho de información en nuestro país, que se queda en lánguida y famélica letra con la que las hegemonías trapean el piso cuando se trata de garantizarla con veracidad a la población.

Es que, como dice el adagio, desde que se inventó la imprenta, la libertad de prensa es la libertad del dueño de la imprenta, es decir, de los oligopolios.

O que si no ello, es el silencio sobre casos como el de Martha Yesenia, y la campaña de terror mediático para generar desesperanza en los cambios que apenas nacen a la luz, pero que la prensa del sistema, como la llamaran los fundadores de la histórica revista Alternativa de los años 70, se encarga de torcer, desvirtuar, tergiversar todos los días, desde las tres de la madrugada cuando la radio comercial inicia sus numerosos noticieros, hasta la media noche, cuando cierran su vocinglería contra el nuevo gobierno.

Se entiende entonces la preocupación de la madre de Medellín, seguramente apabullada por la desinformación de esa prensa del sistema, que bombardea inmisericorde las mentes y los corazones de la sociedad, en su papel de partidos políticos comunicacionales de extrema derecha, pues la derrota electoral del uribismo y demás facciones partidistas del establecimiento en este 2022 dejó un vacío que la prensa, la radio y la televisión de las derechas y sus extensiones en Internet en Colombia buscan llenar.

APARATOS IDEOLÓGICOS

Como lo planteara el filósofo francés Luis Althuser en los años setenta del Siglo XX, los medios de comunicación hegemónicos, es decir, aquellos que ejercen su poder de desinformación en grandes conglomerados de la sociedad, son aparatos ideológicos del Estado, así como todo el armario jurídico y judicial, sus mecanismos de coerción y sus Fuerzas Armadas, su sistema de relaciones políticas y de partidos, su sistema educativo y de dominación simbólica. Es decir, toda la superestructura ideológica, soporte de la estructura economía de los dueños del capital.

Entonces, basados en portentosas tecnologías y con presupuestos multimillonarios formados a partir de la adscripción a emporios industriales, financieros y de grandes poseedores de tierras, expresan su hegemonía con su incidencia determinante en muy amplias capas sociales. RCN, Caracol, Blu, La W, El Tiempo, El Espectador, El Colombiano, El País, El Heraldo, Semana, etc., los medios del viejo sistema y de los viejos regímenes sucedidos a lo largo de la supervivencia del capitalismo colombiano, ven la democracia solo para ellos, de ahí su construcción hegemónica. Cuando emerge la alternatividad de izquierda o, simplemente, popular, progresista, aúllan diciendo que viene la “censura”, crean el fantasma de la mordaza. No quieren ceder ni un ápice de su inmenso poder en el imaginario social.

Aunque compiten a dentelladas entre ellos en lo económico, como aparatos ideológicos del Estado capitalista los une a todos su defensa del sistema de privilegios que denominan “libertad de prensa”, pero la libertad solo de ellos. El planteamiento de Althuser lo podríamos trasladar hoy a la concepción neoliberal del Estado y de lo público: el imperio del mercado como supuesta expresión de democracia, que disfraza sus contenidos de “noticia” e “información” para delinear la opinión de los subyugados por su imperio de siglos.

¿Qué es todo lo anterior? Ni más ni menos que una dictadura mediática, que esconde los intereses de monopolios extranjeros como el Grupo Prisa de España, de pulpos industriales como el Grupo Ardila Lulle o el Grupo Santo Domingo, de especuladores financieros como el Grupo Aval de Sarmiento Angulo o el Grupo Gilinski, sostén de un libelo conocido como revista Semana, desprestigiado medio de la ultra caverna colombiana.

Todos a una buscan, primero, generar un clima de pánico económico contra el gobierno del presidente Gustavo Petro y de la vicepresidenta Francia Márquez, y lo vienen haciendo desde la misma noche del 19 de junio, la de la victoria, con sus anuncios de incremento automático del dólar y la supuesta salida de capitales del país. Segundo, horadar la base social del nuevo gobierno, la de esas 11.300.000 personas que lo eligieron, como la madre de Medellín que me escribió tan preocupada, víctima del ataque mediático; y, tercero, crear las condiciones para la desestabilización y hacer ingobernable el país con miras a evitar un nuevo gobierno alternativo en 2026 que continúe y desarrolle las transformaciones iniciadas en este 2022. Es la política del terror económico y el caos político inducidos contra los cambios sociales.

MAGNITUD DE LOS DESAFÍOS

El rápido panorama trazado muestra la magnitud de los desafíos que en materia comunicacional tenemos todos, no solo los elegidos por el Pacto Histórico y sus aliados en el Ejecutivo y en el Legislativo, frente a los cuales parece no haber plena determinación de respuesta por parte del nuevo gobierno.

Evidencias de lo anterior existen bastantes. Pero solo mencionemos dos de las más recientes. El sábado 29 de octubre, cuando se producía el acto de entrega por parte del presidente Petro de 150 hectáreas de tierras incautadas al clan narcoparamilitar de los Castaño en Montería, rescatadas también de las garras de la corrupción de la Sociedad de Activos Especiales, SAE, cuando la entidad estuvo en manos del uribismo, no había canal nacional que lo transmitiera, ni siquiera alguno de los del Estado, alguno de los del Sistema de Medios Públicos. Un hecho histórico, como fue el inicio real y concreto de la reforma rural integral, componente primigenio del Acuerdo de Paz de 2016 y pilar del nuevo gobierno, fue silenciado no solo por los medios comerciales, sino por los públicos.

El otro caso fue la reunión entre los presidentes Gustavo Petro y Nicolás Maduro, de la República Bolivariana de Venezuela, el martes 1 de noviembre, en Caracas. Un hecho no solo de extraordinaria importancia para los dos países y pueblos, sino para el foro continental, si se tiene en cuenta todo el cerco tendido por Estados Unidos y sus gobiernos adlátares, empezando por el anterior de Iván Duque, sumiso con su política de odio contra el país hermano, política que tanto daño en todos los órdenes hizo a los dos pueblos. Pues bien, ese encuentro tampoco fue transmitido.

Mientras los dos mandatarios hablaban en Venezuela, en Colombia los canales del Estado hacían mutis por el foro: el Canal Institucional difundía un viejo programa sobre la Covid 19 y el Canal Señal Colombia, reencauchaba un aún más viejo programa infantil de la década de los años noventa del Siglo XX. Nos tocó ver la transmisión en directo por Telesur, que estuvo todo el tiempo emitiendo en vivo, lo mismo que el Canal Estatal Venezolana de Televisión.

Extrañamente, el canal en YouTube de la Presidencia de la República, por el que se transmiten los actos en que interviene el mandatario, funge ahora como el espacio oficial, y se dejan de lado, los canales de señal abierta del Estado.

Así pues, no solo los medios hegemónicos silencian la verdad sobre el proceso de cambios en marcha, sino que los canales del Estado hacen lo propio, y el gobierno, como si no tuviera derecho a ellos, se refugia en un canal de YouTube, con la evidente limitación que ello implica, en una nación con niveles pobres de acceso a internet. Podríamos decir, parodiando el icónico documental sobre la conspiración de ultraderecha en Venezuela, en el caso colombiano la revolución pacífica del cambio tampoco será transmitida.

La verdad es que contra el gobierno del presidente Petro las derechas repiten los mismos libretos puestos en escena frente a gobiernos populares, de izquierda o progresistas para desacreditarlos y hacerles la gestión imposible, como ha ocurrido en Venezuela (con Hugo Chávez y Nicolás Maduro); en Brasil (con Lula da Silva y Dilma Rousseff), en Ecuador (con Rafael Correa), en Bolivia (con Evo Morales y Luis Arce), en Argentina (con Néstor Kirchner), en México (con Andrés Manuel López Obrador), en Honduras (con José Manuel Zelaya), en Perú (con Pedro Castillo) y hasta en Chile (con el muy conciliador de centro Gabriel Boric). Y la lista sigue.

Así, pues, estamos advertidos, y el nuevo gobierno no pude continuar renuente frente a los desafíos y los cambios comunicacionales urgentes que tiene por delante, porque sus importantes proyectos y ejecutorias no serán transmitidas, seguirán siendo tergiversadas, torcidas, desfiguradas por los medos hegemónicos, por la prensa del sistema. Y, peor aún, si se desechan las infraestructuras a las que tiene derecho en el Sistema de Medios Públicos y los canales regionales.

ALGUNAS PROPUESTAS

Por eso, desde este foro, y desde Cali, la capital de la resistencia y del levantamiento popular, nos atrevemos a:

*1.-* Hacer un llamamiento al gobierno del presidente Gustavo Petro y de la vicepresidenta Francia Márquez para que defina una urgente y sólida estrategia comunicacional que permita, primero, mantener informado al pueblo colombiano de manera veraz, masiva y eficaz, sobre sus importantes propuestas y realizaciones, y, segundo desarrollar una permanente pedagogía que contrarreste la manipulación y la desinformación en que están empeñados los medios de comunicación corporativos hegemónicos.

*2.-* Proponer que se asuma, como es su derecho, la gerencia y dirección de Rtvc Sistema de Medios Públicos y que se lleve a cabo su rediseño para que cumpla los fines arriba planteados, en el entendido de que sus dos canales de televisión nacionales (Señal Colombia y Señal Institucional), las 64 emisoras de Radio Nacional, más Radiónica y las emisoras online Señal Clásica, Señal Digital, Radiónica 2 y Radiónica 3, Señal Memoria y Rtvc Play, que lo integran, tengan enfoques que visibilicen las propuestas y acciones del cambio en marcha, y, de igual forma, se conviertan en espacios de participación ciudadana amplia, culturalmente diversa y políticamente democrática, con la solvencia conceptual y difusión de la verdad que no tienen los medios de comunicación del viejo régimen político derrotado.

*3.-* Solicitar que se definan políticas públicas desde el Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, además de los fondos y comisiones existentes, en relación con la democratización del espectro electromagnético, las emisoras comunitarias, los canales regionales de televisión y el acceso masivo en la geografía nacional a los servicios de conexión a Internet, única forma responder a la exclusión de amplios conglomerados y al monopolio de la comunicación digital, hoy en manos de poderosas corporaciones dedicadas, día y noche, a la generación de contenidos falaces y de desinformación contra el proceso político y social de cambio en marcha. Es decir, única forma de democratizar la información.

*4.-* Invitar a los y las periodistas y ciudadanos interesados en el campo comunicacional a nuclearse en el Colectivo Periodismo por la Verdad, para el impulso del debate y la juntanza conceptual sobre el ejercicio del nuevo periodismo, contrahegemónico y realmente alternativo, alejado de prácticas clientelares y orientado a la divulgación de los hechos con el norte de la veracidad y el compromiso con las transformaciones en beneficio de los pueblos y de la justicia social.

*5.-* Anunciar la realización de un taller de periodismo contrahegemónico durante los sábados 4, 11, 18 y 25 de febrero de 2023, con contenidos sobre los que informaremos de manera oportuna, como paso fundamental en el proceso de formación para hacer un nuevo periodismo, en el que sistematicemos las experiencias de resistencia comunicacional vividas y, al mismo tiempo, practiquemos herramientas propias de la investigación, la producción y la diversidad de géneros pertinentes en el ejercicio del oficio periodístico.

Sólo con una política comunicacional que ponga al gobierno a la ofensiva, que no solo informe, sino que también haga pedagogía popular y formación de masas desde los medios públicos y los alternativos, independientes y contrahegemónicos, se podrá cumplirle a tantos miles de colombianos y colombianas, como Martha Yesenia Tascón o la madre preocupada de Medellín, protagonistas sencillas y casi anónimas de la historia del presente con cuyos testimonios les empecé a hablar en la tarde de hoy.

Muchas gracias.

Cali, jueves 3 y viernes 4 de noviembre de 2022.

FOTOS:

1 y 2. Intervención de Luis Alfonso Mena S. y aspectos del auditorio colmado, en el Foro Nuevo Poder, Periodismo Alternativo y Democratización de la Información.

3 y 4. Los asistentes al foro, cumplido el viernes 4 de noviembre de 222, el Auditorio del ´rea Cultural del Banco de la República .

Fotos: Santiago José Mena C. y Luis Alfonso Mena C. Jr.


Sugov05/01/2022
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Compañeros trabajadores de diversas expresiones sindicales manifestaron apoyo a los pasacalles ubicados en buen número de puentes de Cali, alrededor de los cuales hay amplio tráfico, lo mismo que en las ciudades intermedias del Departamento.

Una vez más la histórica fecha del 1 de mayo, internacionalista y comprometida con la lucha de la clase trabajadora en todos los países, estuvo acompañada por la dirigencia y militancia del Sindicato Unitario de la Gobernación del Valle del Cauca—SUGOV—en el recorrido que inició en Comfandi El Prado, abordó parte de la autopista suroriental de Cali y concluyó en el emblemático barrio Obrero.

Nuestra presencia en las calles reafirma dos cosas: estamos comprometidos con las batallas que libran los estatales en procura de mejorar sus condiciones y, en segundo lugar, el compromiso decidido con quienes quieren reivindicaciones que hagan su desempeño laboral más digno.

Aprovechamos el recorrido para seguir en nuestro papel de denuncia del incumplimiento de la administración de la gobernadora, Clara Luz Roldán a los vallecaucanos, comenzando por el sector campesino al que tiene olvidado, pasando por los indígenas a quienes atropelló en dos ocasiones impidiéndoles el ingreso a territorio vallecaucano, la avanzada para privatizar el Ecoparque de Pance y, su indolencia frente a la crisis del Club de Empleados del Departamento que pone en riesgo la estabilidad de más de 30 trabajadores de planta y una decena de temporales.

Y por supuesto, no podemos olvidar que prometió obras, las que no cumplió porque las inauguraciones han recaído en las que financió la otrora gobernadora, Dilian Francisca Toro.

Compañeros trabajadores de diversas expresiones sindicales manifestaron apoyo a los pasacalles ubicados en buen número de puentes de Cali, alrededor de los cuales hay amplio tráfico, lo mismo que en las ciudades intermedias del Departamento.

Es nuestra voz que no puede callarse, después de la arremetida de censura que llevó a la vandalización de dos de los cuatro murales gigantes pintados por el SUGOV en los puntos cardinales de la capital vallecaucana.

Los dejamos con imágenes de nuestra participación en la movilización del 1 de mayo.


Texto y publicación web: Fernando Alexis Jiménez.

Fotografías: Paula Andrea Largo, Rómulo Ramírez y Yecid González.



Sugov04/24/2022
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Los vándalos enviados por “no se sabe quién” a borrar los murales del SUGOV donde denunciamos que la Gobernadora, Clara Luz González, no le ha cumplido a los vallecaucanos, deberán invertir muchos tarros de pintura, porque seguiremos elaborando estos enormes grafitis.

Al escritor inglés, Edward Bulwer-Lytton, se atribuye la frase: “La pluma es más poderosa que la espada” y, en la película Origen estrenada en el 2010, hay otra frase inspiradora del actor, Leonardo DiCaprio, quien en una de sus intervenciones asegura: “No hay nada más subversivo que sembrar una idea en la mente de las personas“. En esencia, las palabras trascienden más allá de la fuerza y quedan grabadas para siempre en los recuerdos. De allí, es difícil que las borren.

¿Y por qué el SUGOV acude a la reivindicación de las palabras como instrumento divulgador? Para rechazar el ataque vandálico del que fue blanco nuestra organización, cuando desarrolló la primera fase de la Acción Sindical “Por la dignidad vallecaucana”.

 

Estos son los murales que mandó pintar el SUGOV en lugares de mucho tráfico en Cali.

Una de las estrategias consiste en la elaboración de murales en lugares transitados de Cali. En medio de las coloridas imágenes, haciendo acopio del derecho constitucional que nos asiste de ejercer “control social a lo público”, denunciamos que la administración de la gobernadora, Clara Luz Roldán González, no le ha cumplido a los vallecaucanos.

Es cierto, inauguró obras. Sin embargo, son ejecutorias que dejó financiadas la entonces gobernadora, Dilian Francisca Toro. En pocas palabras, la actual mandataria está ganando “indulgencias con camándula ajena”.

Hay sectores abandonados de la presencia gubernamental. Un ejemplo: Buenaventura. Corregimientos tales como La Bocana, Juanchaco, Ladrilleros y sectores como La Barra y Punta Soldado, están sometidos a “cien años de soldad”, sin obras ni apoyo estatal de ninguna índole.

Igualmente denunciamos la situación del Club de Empleados del Departamento, cada vez más crítica y que afecta a los trabajadores, así como la avanzada de privatización del Ecoparque de Pance, entre otras.

Se pintaron cuatro murales de seis metros de ancho por 2.70 cm de alto.  Sin embargo, dos de los cuatro murales, fueron vandalizados. ¿Y quién los mandó borrar? Alguien a quien no le interesaban las denuncias. Como cantaba Jorge Sepúlveda: “Adivina, adivinadora… dime quién es…” o más sencillo aún: la frase que suele repetir el filósofo de Vijes: “Al que le caiga el guante, que se lo chante”.

¿QUIÉNES SON LOS VÁNDALOS?

La comunidad ante la acción aleve de los vándalos, les tomó fotografías e hizo llegar las placas del vehículo en el que se movilizaban. ¿Qué hacemos?, nos dijeron. Y nosotros, como sí respetamos el derecho a disentir, les dijimos: “Déjenlos que los borren. Al fin y al cabo, no son las únicas acciones y, para detenernos, tendrán que comprar muchas latas de pintura”.

Los dejamos con imágenes del momento en que eran vandalizados los murales sugovianos, imágenes que–insistimos–nos envió la propia comunidad

 

 


ppotes04/05/2022
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La Fiscalía presentó escrito de acusación contra un coronel, un teniente y un patrullero. Investigaciones continúan. Otros oficiales y agentes terminarían involucrados en nuevos hechos de violencia en protesta social.

Publicado originalmente en el Portal Seguimiento.Co


Un fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos presentó escrito de acusación contra un coronel, un teniente y un patrullero de la Policía Nacional por algunos de los homicidios y casos de lesiones personales ocurridos durante las jornadas de protesta programadas en Cali (Valle del Cauca), en 2021.

Los uniformados estarían involucrados en distintos hechos y tendrían diferentes niveles de posible participación. Los acusados son:

Patrullero Wilson Orlando Esparragoza Corcho. De acuerdo con el material de prueba y la evidencia técnica obtenida, sería el responsable de disparar el proyectil que le ocasionó la muerte a un joven que participaba en las movilizaciones que se registraron frente al CAI Villa del Sur, en el sector Puerto Rellena, la tarde del 28 de abril de 2021.

El funcionario, al parecer, accionó el arma de dotación contra los manifestantes. Para la Fiscalía, la víctima se encontraba en indefensión y no era una amenaza inminente para las personas. Así que el actuar del funcionario habría sido desproporcionado y violatorio de los principios que deben acompañar a quienes salvaguardan el orden. En ese sentido, la acusación es por el delito de homicidio agravado.

Teniente Néstor Fabio Mancilla Gonzaliaz. En su condición de comandante del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) estaba a cargo de un componente de hombres que, supuestamente, disparó contra manifestantes y ciudadanos ajenos a las concentraciones sociales, en dos eventos diferentes.

El primero, sucedió el 30 de abril, en el barrio El Diamante. Aquí, dos personas murieron y otras dos resultaron heridas. El segundo, se registró en inmediaciones del barrio Siloé, la noche del 3 de mayo.  Este hecho dejó tres muertos y dos heridos.

La investigación da cuenta de que el oficial, supuestamente, falló en el deber de dirigir y controlar a los efectivos de su unidad, y no tomó las medidas necesarias para evitar más víctimas. El escrito indica que sería el posible responsable de los delitos de homicidio agravado y lesiones personales.

Coronel Edgar Vega Gómez. El oficial, en su momento, se desempeñaba como comandante operativo de la Policía Metropolitana de Cali. Adicionalmente, había sido designado como jefe de servicio y el encargado de orientar las acciones de sus subalternos para restablecer el orden, los días en los que se presentaron los eventos en los que estarían involucrados algunos integrantes del GOES, y por los que es procesado el teniente Mancilla Gonzaliaz.

El coronel Vega Gómez habría incumplido al compromiso institucional y constitucional de velar por la seguridad de los civiles participantes en las jornadas de protesta, y, presuntamente, no tomó los correctivos necesarios para evitar los excesos que se produjeron. De esta manera, es acusado por los delitos de homicidio agravado y lesiones personales.


ppotes02/02/2022
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Desesperado por ganar las elecciones, tanto en las corporaciones públicos como las presidenciales, el mandatario sin legitimidad, Iván Duque Márquez, se dio a la tarea de promover una feria de nombramientos. Son más de 1.400 cargos. Ocurre solo en Colombia.

Por Arlene Tickner, Catedrática Universitaria – Publicado originalmente en El Espectador

Entre los días sin IVA programados “coincidentemente” alrededor de las elecciones legislativas y de la segunda vuelta presidencial, los más de 1.400 nuevos cargos públicos creados antes de la entrada en vigencia de la (truncada) ley de garantías, revelados por Noticias Uno y los más recientes nombramientos hechos en el Ministerio de Relaciones Exteriores, es difícil no ver un intento vulgar por influenciar los resultados electorales mediante el uso de dineros públicos.

En el caso específico de la Cancillería, la feria de puestos diplomáticos no es atípica, tristemente, sino que constituye un patrón general del clientelismo en Colombia.

Todo presidente, sin distingo personal, ideológico o coyuntural, ha manoseado el servicio exterior para retribuir favores, asegurar lealtades y premiar familiares y amistades. Sin embargo, hay varios matices que distinguen al gobierno de Iván Duque.

Como ocurrió en tantos otros espacios de la gestión gubernamental, en los que primaron el bla, bla, bla y la mentira sobre la concreción de resultados, Duque hizo gala al inicio de su administración de la necesidad de despolitizar y perfeccionar el cuerpo diplomático colombiano.

Para esto, tanto él como su entonces ministro, Carlos Holmes Trujillo prometieron aumentar el porcentaje de embajadores de carrera más allá del mínimo establecido por el decreto 274 de 2000, equivalente a tan solo el 20%, reforzar los requisitos poco exigentes de experiencia para quienes se nombran por discreción presidencial, y reformar la Carrera Diplomática y Consular.

Nada de esto se materializó e incluso, la participación de funcionarios profesionales en cargos directivos se redujo a mínimos históricos.

La ráfaga de asignaciones provisionales realizadas en embajadas y consulados a pocos meses de las elecciones y del cambio de mando ejecutivo es impúdica en términos políticos y fiscales.

Cientos de millones de pesos devaluados deberán invertirse en el traslado e instalación de ida y regreso de tres nuevos embajadores y 17 funcionarios nombrados en otros cargos junto con sus familias, pese a que todos tendrán que renunciar prácticamente al aterrizar en sus destinos. Mención aparte merece la sede en Estados Unidos, en donde son siete los recién favorecidos, probablemente por la obsesión irrealista de Duque de concretar la cita con Biden.

Aunado a lo anterior, la mayoría de los designados en el extranjero y en la planta interna se destaca por una notoria falta de credenciales.

Además del polémico nombramiento de un joven abogado sin experiencia como director general de Protocolo, cargo esencial en el mundo de la diplomacia, quienes ocupan la Academia Diplomática, supuesto centro de formación y de pensamiento, la dirección de Derechos Humanos y la secretaria general brillan por su insuficiencia.

Igualmente, inquietante, como reporta Laura Gil en La Línea del Medio la célebre jefe de gabinete de Duque también ha agarrado funciones internacionales claves, incluyendo el acompañamiento de los viajes presidenciales, socavando el rol de la Cancillería y de sus profesionales de carrera.

Por más que los asuntos internacionales nunca ocuparán el centro del debate público en Colombia, la feria del aparato diplomático no puede seguirse ignorando, sobre todo en una coyuntura nacional tan crítica como la actual en la que la imagen del país y los réditos asociados a ella han sufrido un deterioro palpable. ¿Qué piensan los candidatos presidenciales al respecto?

NOTA IMPORTANTE: El presente artículo compromete solamente al autor ya que no necesariamente interpreta el pensamiento del movimiento sugoviano.


Sugov01/24/2022
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Aunque han pasado varios meses desde que solicitamos renovar el comodato de la sede del Sugov, ha sido imposible. Como el argumento de una telenovela. Definitivamente, increíble.

A Fernando Gaitán, el célebre libretista colombiano, sin duda le hubiera gustado escribir los capítulos de la telenovela –¿o será culebrón mexicano? —en que se ha convertido la renovación del comodato para el Sindicato Unitario de la Gobernación del Valle del Cauca—SUGOV–.

Primero, debíamos suministrar copia del depósito ante el Ministerio del Trabajo de la Junta Directiva en la que realizamos rotación de cargos. Lo hicimos. Hasta allí, bien.

El segundo capítulo que amalgama sentimientos como la sorpresa, la frustración, la rabia, la desolación, en fin, todo aquello que despierta un novelón, es que ahora, dilatando la decisión, elevarán consulta ante el Consejo Nacional de Patrimonio Histórico.

¿El motivo? Nuestra sede, otorgada en comodato hace muchísimos años, está en el Edificio San Luis. Es un bien público histórico. Entonces desean saber si un sindicato puede funcionar allí. ¡Válgame Dios!

Nos preguntamos si eso mismo ocurre con los diputados o quizá con Fondesarrollo o con la asociación de jubilados del Departamento o, simplemente, es porque se trata del SUGOV. ¡Tan queridos ellos! Detalle de fina coquetería que no nos permite salir de nuestro asombro!

A las otras organizaciones sindicales les han renovado sus comodatos sin problemas, ¿por qué con nosotros está pasando esta situación? ¿Será porque somos una piedra en el zapato para la Administración? ¿Acaso no se está violando el derecho a la equidad?

Ahora, nos gustaría ver las autorizaciones para las modificaciones que le han hecho a la estructura del edificio de San Luis: la fuente de agua, el espacio donde están las sillas para sentarse en la pequeña plazoleta, las imágenes de los diputados muertos en medio del conflicto armado, la recepción y algunas de las oficinas.

Reafirmamos la disposición de irnos a despachar desde la Plazoleta de San Francisco, con un escritorio, una silla, un archivador y una cabina de sonido gigante para denunciar lo que, desde nuestra perspectiva, es una arbitrariedad.

¿Y LAS CABAÑAS DE LADRILLEROS? SE ESTÁN CAYENDO…

Lamentable. Las cabañas de Ladrilleros, en Buenaventura, se están cayendo a pedazos. Y decimos que lamentable, porque nos pertenecen a los empleados. Son de todos. Y también de usted que está meneando la cabeza mientras dice: “No te lo puedo creer.”

Causa grima porque se han deteriorado pese a que hay recursos presupuestados. Y por la magia del birli-birloque, cada año el presupuesto se esfuma o lo trasladan.

Las cabañas las necesitamos para ir con nuestras familias cuando nos encontremos en períodos de vacaciones o un fin de semana. Les invitamos a ver las fotos. Una imagen vale más que mil palabras. 

YA EL PORTAL DEL SUGOV ESTÁ DE NUEVO AL AIRE

Una vez más nos sabotearon el portal del SUGOV https://sugov.co Entendemos que nuestros contenidos, que son de denuncia y no lambiscones (cualquier parecido con algún otro sindicato es mera coincidencia) ni a favor de la Administración, despiertan escozor.

El sábado, después de varias horas de trabajo, se recuperaron la totalidad de las publicaciones y los archivos. No nos van a callar. Quien quiera que sea que está promoviendo estos asaltos informáticos, como dice el filósofo de Vijes: “Taca burro”, es decir, pierde el tiempo.

Y, para terminar, las preguntas fregonas:

… ¿Sabía que desde la Biblioteca Departamental se quejan los empleados porque no tienen servicio funerario?

… ¿Sabía que hay dos compañeras, una de salud y otra que estaba en planeación, que han sido blanco de los ataques de la Administración? Lo último que les recomendaron fue bañarse con riegos de albahaca, ruda y siempreviva, porque se las tienen al rojo

… ¿Sabía que desconocemos porque en una Administración que lidera una mujer, la gobernadora, Clara Luz Roldán, a las mujeres no les ha ido bien?

… ¿Sabía que también estamos viviendo un telenovelón para sacar los permisos sindicales?

… ¿Sabía que a algunas de nuestras cartas les ponen reparos, hasta por lo más mínimo? Ay, bendito, lo que hay que ver y oír…

No se olvide visitar nuestro Portal https://sugov.co antes que el hacker desocupado, sinvergüenza y caradura–como dicen los argentinos–, vuelva a tener la inquietud de sacarlo del aire…


ppotes12/28/2021
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La Ley incluye reformas al Código Penal, al Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana, al Código de Extinción de Dominio y a la Regulación de armas, entre otros.

Por Horacio Duque, analista político

El Congreso de Colombia, la Presidencia de la República y el Ministerio de Defensa expidieron una Ley de supuesta seguridad ciudadana que en realidad es un estatuto para establecer una serie de disposiciones e instituciones que remodelan el régimen político para establecer a plenitud una dictadura neonazi que permita aplastar los movimientos sociales y las organizaciones políticas opositoras al Estado oligárquico colombiano e impedir el acceso al poder del Pacto Histórico y su candidato Gustavo Petro.

La Ley incluye reformas al Código Penal, al Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana, al Código de Extinción de Dominio y a la Regulación de armas, entre otros. Se trata de un compendio de normas que legalizan prácticas criminales oficiales, neo paramilitares y de particulares. Es un licenciamiento para matar; una aberrante salida fascista del gobierno uribista.

La Ley de seguridad del sub presidente Duque es la repetición de la Ley de los Caballos de la hegemonía conservadora (1886-1930), del régimen chulavita del corporativismo falangista de Laureano Gómez (1950-1954), de la dictadura militar de Rojas Pinilla, del Estado de sitio del Frente Nacional, del Estatuto de seguridad de Turbay Ayala y su sistema de torturas (1978-1982) y de la seguridad democrática uribosantistas (2002-2014), con sus “falsos positivos”, 9 millones de desplazados y las masacres de campesinos.

Es pues la continuidad de la línea de violencia y represión conservadora como elemento estructural del Estado oligárquico colombiano

Esta Ley es una recomposición regresiva y oscurantista del sistema de dominación oligárquico colombiano frente a la potente movilización social registrada en Colombia desde 2019 para exigir la eliminación del modelo neoliberal, la implementación de los acuerdos de paz, la protección de la vida de miles de líderes sociales y excombatientes de las Farc y el fin de las masacres en las que la policía se convirtió en actor central como lo acaba de demostrar varios informes de organismos internacionales de los Derechos Humanos.

La Ley de seguridad de Duque es un esquema neonazi que convierte en delincuencia las protestas sociales y las movilizaciones populares para lo cual tipifica un conjunto de delitos con penas que rayan en la cadena perpetua, establece la plataforma del neo paramilitarismo urbano con la argucia de la “legítima defensa privilegiada” e impone el libre mercado para administrar el régimen carcelario y penitenciario.

Se trata de una Ley de guerra plagada de clasismo y racismo, la cual establece que si una personas es objeto de un atraco en locales comerciales o en vehículos, puede detener el ataque a punta de bala.

Así, con la “novedosa” Ley se da vía libre a la imposición de la pena de muerte para saqueos, atracos y jaladores de vehículos, aceptando que Estado que es incapaz de combatir la delincuencia y la solución que tiene es la de armar a determinados grupos de personajes como lo pudimos observar recientemente con la situación del pistolero caleño Andrés Encobar quien acompañado por la policía y protegido por esta disparo contra los integrantes de la Minga que realizaban sus protestas en la capital del valle del Cauca. Esta Ley se mueve con la idea de que el Estado se apoye en ciertos particulares violentos para supuestamente garantizar la seguridad de las comunidades.

Esta Ley aprobada a las carreras al final de la actual legislatura tiene un propósito político que difícilmente se puede ocultar; todo apunta a golpear la campaña electoral de la Oposición democrática que realiza el Pacto Histórico y su candidato presidencial Gustavo Petro con amplia acogida entre la opinión y muchas posibilidades de acceder a la Presidencia. En Colombia los periodos electorales son los más violentos de su historia, pero esta Ley anuncia un infierno para imponer a plomo y fusil el candidato de la ultraderecha que señale el gran capo del fascismo colombiano (Matarife).

Con la Ley de seguridad desde la Presidencia quieren favorecer los candidatos del Centro democrático y de las otras facciones de la ultraderecha con varias listas al congreso y con pre candidatos presidenciales en las consultas que se adelantaran el 13 de marzo del 2022.

Siendo así es necesario considerar acciones internacionales de denuncia desde la Oposición y procesos de movilización popular que hagan retroceder estas salidas del totalitarismo fascista colombiano.

NOTA IMPORTANTE: El presente artículo fue tomado de portales internacionales de noticias por la actualidad de su contenido y análisis del devenir nacional. Lo que está escrito allí, compromete al autor y no al pensamiento sugoviano.


ppotes12/22/2021
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Ya este presidente se fue así: torpe, mediocre y de espaldas a una generación que en vez de aplaudirlo lo abuchea, se burla de él y le prepara muchos Años Viejos en todo el país para quemarlos como la peor pesadilla que padecieron en este 2021.

Por Raúl Ramírez, periodista.

Cuando Giovanni Jurado, más conocido como Eko, interpeló en el espectáculo que Duque tenía montado en Cali, el rostro de los acólitos del presidente se desencajó.

“Presidente, ¿Usted cuándo va a reconocer a las víctimas del paro? ¿Por qué tiene un proyecto de Ley que reprime con pena de muerte la protesta social? ¿Cómo va a garantizar que las elecciones del 2022 no nos la van a robar?”, interrogó fluidamente el joven que hace ocho meses, con centenares más, protagonizó uno de los estallidos sociales más potentes que se hayan registrado en la ciudad, y que ayer estaba sentado en el auditorio en calidad de recién electo Consejero Municipal de Juventud.

El presidente, el más joven que haya tenido el país, empezó por lo último: comparó el proceso electoral del próximo año con las elecciones realizadas el pasado 5 de diciembre donde se eligieron los Consejeros Municipales de Juventudes; uno de ellos, su interpelador. Es decir, para Duque es tan similar la elección presidencial como las de los CMJ. En ellas se juegan los mismos intereses, el mismo botín, la misma burocracia. ¡Vea pues!

“¿Tú sentiste irregularidades en la que te eligieron? ¿pusiste la demanda? ¿porqué no la pusiste?“, acosaba, preguntaba y se contestaba el presidente, como si no viviera en este país.

Sobre los 48 jóvenes asesinados en Cali, se fue por las ramas: “Aquí no permitimos la violencia contra los manifestantes“, declaró sin aclarar por obra y gracia de quién en la ciudad se cometió ese genocidio, y porqué los civiles y policías que dispararon contra los jóvenes y los indígenas siguen sin ser judicializados y se pasean por campañas electorales de su partido.

Duque alardeaba de su poder en el escenario, sin notar que -antes que a un Estadista- sus respuestas reflejaban la pequeñez de sus ideas y la poca estatura ética y moral de quién arrastrará toda su vida esos crímenes.

Duque creía estarle hablando a un jardín infantil y no a los jóvenes que vivieron en carne propia las consecuencias de sus políticas, jóvenes que vieron caer a su lado a otros muchachos que reclamaban salud, educación, comida y diálogo; y que a cambio recibieron un disparo de fusil.

Ya este presidente se fue así: torpe, mediocre y de espaldas a una generación que en vez de aplaudirlo lo abuchea, se burla de él y le prepara muchos Años Viejos en todo el país para quemarlos como la peor pesadilla que padecieron en este 2021.

En el 2022 estos muchachos tienen la palabra.

 


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Si algo quedó en evidencia durante el Paro Nacional, es que los medios tradicionales de información, asumieron la tarea de difundir mentiras a favor del gobierno nacional, mientras que los medios alternativos, enfrentaron la “censura oficial”.

Por Fernando Alexis Jiménez | Dirigente sugoviano.

(Ponencia ante el Encuentro de Periodistas en Caracas, Venezuela, con participación de medios alternativos latinoamericanos)

Uno de los bastiones de la democracia, en un país que se precia de serlo, se fundamenta en la libertad de expresión. Sin embargo, Colombia mostró lo contradictorio e incoherente de su discurso, el mismo que aviva en diferentes escenarios internacionales, porque durante los meses que duró el Paro Nacional, se registraron agresiones, detenciones y destrucción de material de 300 comunicadores, principalmente de medios alternativos.

La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), de Colombia, denunció que los periodistas fueron víctimas de agresiones durante los dos meses de intensas protestas sociales en  el país –mayo y junio–, de las cuales se han podido documentar unas 260 hasta el momento. Se estima que, tres de cada cinco agresores, pertenecían a la fuerza pública. Su intervención, al margen de como debería ser una intervención legal, la amparaban en presuntos aspectos de “seguridad”.

Los lugares donde se presentaron los principales puntos de resistencia de la protesta, como Bogotá (73), Valle del Cauca (45), Antioquia (36) y Cauca (18), se convirtieron, también, en escenario de mordaza a derecho constitucional a informar y ser informados.

El 1 de julio, el senador Iván Cepeda Castro, trinó en su cuenta de Twitter: “Miembros de la Fuerza Pública son responsables de 3.455 agresiones a manifestantes en Colombia. Al menos 44 de los asesinatos sucedieron a manos de los uniformados. Conozcan aquí otras cifras reveladas por Temblores ONG e Indepaz.” Entre los afectados, se encontraban comunicadores populares.

La Voz de América (VOA) visibilizó, en el mes de julio, este delicado asunto al señalar que “Seis periodistas son agredidos cada día en Colombia en el marco de las protestas”. Las agresiones a los medios alternativos se convirtieron en parte del escenario cotidiano en un país en el que, los tres o cuatro medios que monopolizan la información, vendían al mundo entero la imagen de un país sitiado por las movilizaciones, pero desconocían la realidad interna: el estallido fue la consecuencia apenas natural, de la inconformidad acumulada por espacio de muchos años; de ahí que las expresiones de protesta fueran superiores a las del histórico Paro del 14 y 15 de septiembre de 1977.

Las intervenciones del Esmad fueron de una brutalidad sorprendente.
Las intervenciones del Esmad fueron de una brutalidad sorprendente.

PÉRDIDA DE CREDIBILIDAD DE LOS MEDIOS TRADICIONALES

A fuerza de repetir lo mismo, los medios tradicionales en Colombia (radio, prensa y televisión), buscaban promover una realidad distinta a la que se vio en las calles. Bajo la batuta de Iván Duque Márquez, quien pasará a la historia como un presidente que empaño la democracia para imponer una dictadura, se asumió la táctica de la ilusión de la verdad, como se le conoce en psicología.

No es otra cosa que la estrategia nazi de propaganda, atribuida a Joseph Goebbels, y que gira alrededor de la premisa: “Repite una mentira con suficiente frecuencia, y se convierte en verdad“.

Pese a ello, a su empeño las veinticuatro horas del día, infinidad de colombianos optaron por los medios alternativos, los mismos que por meses y años pasaron desapercibidos en ciudades y municipios.

Me refiero a los blogs, redes sociales, emisoras comunitarias e, incluso, espacios donde habitualmente se escribían grafitis. Durante el Paro Nacional y, frente a la censura mediática, se convirtieron en instrumentos para socializar información. No obstante, en algunos casos como las transmisiones en vivo, a través de Redes Sociales, se evidenciaron “bloqueos de señal” muy cerca donde los uniformados de la policía arremetían con la los jóvenes de la “primera línea” y diferentes expresiones populares. ¿Quién lo haría? Todos saben la respuesta y no viene al caso, porque es un hecho que los colombianos repudiaron.

PERIODISTAS AMENAZADOS DURANTE EL PARO

Varios comunicadores populares del país, fueron amenazados y, otros, agredidos brutalmente, al tiempo que destruían sus cámaras y grabadoras. Un caso relevante, el de José Alberto Tejada, del canal 2 de televisión en Cali, en el mes de junio. Denunció amenazas, ya que transmitía en directo las protestas.

Periodista José Alberto Tejada, amenazado durante el Paro Nacional

En uno de sus en vivo, el comunicador denunció que un uniformado le dijo: “Está bueno como para pegarle un tiro”.  Los hostigamientos contra él y su equipo, prosiguieron.

En Medellín un periodista del Portal de noticias LaDirekta, fue duramente agredido. Sus equipos fueron destruidos. Los hechos ocurrieron en el sector de Moravia el 28 de julio del 2021.

PRESENTE Y FUTURO DE LOS MEDIOS ALTERNATIVOS

La realización del Paro Nacional evidenció que los medios alternativos son, hoy por hoy, la única vía para estar informados, al margen de los datos amañados que suministran radio, prensa y televisión, adeptos al sistema.

Es evidente, además, que han surgido nuevos vehículos de información, y la idea es que sigan emergiendo. Nada mejor para que la realidad no quede encriptada, a conveniencia del gobierno de Duque. Sin embargo, el quid del asunto radica en las garantías que requieren los periodistas para informar libremente.

En ese orden de ideas, es claro que se requiere una intervención de organismos de prensa internacionales que ayuden a garantizar el respeto del gobierno nacional al derecho constitucional de informar y ser informados… Si es que nos dejan vivir… 


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El SUGOV llegó a su aniversario número once. Una fecha especial que coincidió con la movilización social en el país. Ocasión para reafirmar nuestro compromiso con la lucha obrera.

Por Fernando Alexis Jiménez | Dirigente sogoviano

Los once años del SUGOV tuvieron una singular coincidencia: la movilización gigantesca de los trabajadores que inició en la sede del SENA, en Salomia, y concluyó frente a las instalaciones de la Regional del Trabajo, en la avenida de Las Américas.

La Alcaldía de Cali, como siempre, con sus pronunciamientos ramplones y destemplados, dijo que sólo participaron 800 representantes de la clase obrera.

El desplazamiento estuvo enmarcado en la cultura ciudadana, en la tolerancia y el respeto. No hubo bloqueos, tuvimos una marcha que llegó casi a 900 personas diciendo lo que les disgustaba. No hubo necesidad de utilizar la Fuerza Público, no hubo ningún evento que lamentar“, aseguró Carlos Soler, secretario de Seguridad de Cali. Por supuesto, su perspectiva es la de milico en retiro, a quien toda expresión de protesta social, le produce urticaria.

En Puerto Resistencia se realizó otra concentración. Como siempre, en esa zona del oriente caleño, con amplia participación ciudadana.

Miembros del ejecutivo de la CUT Valle

 

UN ESTADO DE ALERTA PROVOCADOR

La administración del Alcalde, Jorge Iván Ospina, realizó el martes 19 de octubre, un Consejo de Seguridad, en el cual y tal como lo registra la seudo-revista Semana (porque hay quienes opinan que es un pasquín uribista), se declaró en “alerta por lo que pudiera ocurrir”.

Compañeros Álvaro Ruíz Erazo y Yecid González, participando en la movilización del 20 de octubre

De acuerdo con su pronunciamiento, estarían alerta para proteger las estaciones y los buses del MIO, con lo cual, confirma la posición que lo ha caracterizado, de satanizar la protesta social. Pero se quedó viendo un chispero, porque todo transcurrió en el marco de la normalidad, sin que esa normalidad, por supuesto, deje de evidenciar la inconformidad del pueblo con Duque y su dictadura.

En consonancia con sus temores, militarizó la ciudad. Fueron 1600 agentes de policía y 320 del ejército. Temía un nuevo alzamiento. ¡Lo que hay que ver y oír, definitivamente!

EL ESMAD ACANTONADO EN LA GOBERNACIÓN DEL VALLE

Pero la gobernadora, Clara Luz Roldán González, no se le quedó atrás. Acantonó el Esmad en el Palacio de San Francisco, como ha sido su costumbre. ¿Por las protestas? No, claro que no. Trajo a los alegres muchachos del escuadrón móvil anti disturbios, porque el Sindicato Unitario de la Gobernación del Valle—SUGOV—celebraba sus once años, un aniversario que no íbamos a pasar de agache.

No sabemos qué pensaba la funcionaria. Y lo que hicimos así de subversivo o clandestino, fue presentar el grupo musical Viento y Madera (que interpretó canciones sociales) para recibir a los compañeros empleados y contratistas, y entregarles a todos un detalle. Fueron más de mil ejemplares de bolígrafos de lujo, estampados con el logo del SUGOV. Es nuestra forma de compartir con todos, sin odiosas distinciones, la alegría de cumplir once años al frente del cañón, en defensa de la clase trabajadora.

Fue una jornada maravillosa. Emocionante, si queremos ser más específicos. Recibimos muchas voces de aliento. La solidaridad flotaba en el ambiente. “Ustedes han luchado por todos nosotros, le han puesto el pecho a la brisa. Gracias, compañeros”. Fue una expresión recurrente que escuchamos en todos.

Tras entregarles un detalle del SUGOV, les reafirmamos a los agentes del Esmad: “Aunque tengan uniforme, ustedes son parte de nuestro pueblo.” También por ellos luchamos, porque son pueblo precarizado.

HASTA LOS COMPAÑEROS DEL ESMAD RECIBIERON SU DETALLE

Es cierto, sabemos que el Esmad reparte garrote con generosidad en la protesta social. Pero más allá de su uniforme de robocop, que resulta intimidante, para nosotros, son clase trabajadora. De hecho, funcionarios explotados a quienes, desde un escritorio, los altos oficiales les dan la orden de arremeter contra su propio pueblo, el mismo pueblo al que ellos pertenecen.

A ellos les dimos su detalle sugoviano. Lo guardaron furtivamente. “Lo vamos a usar, téngalo por seguro”, nos decían.

Incluso, se tomaron una foto con algunos de los dirigentes del SUGOV. Una foto para la historia que reafirma nuestro convencimiento de que ellos, desde nuestra perspectiva, son pueblo precarizado, hombres y mujeres que, al término de su jornada, regresan a casa y, al día siguiente, hacen fila en un supermercado, pagando altos costos por los alimentos. Al fin y al cabo, también golpeados por la dictadura de Duque.

En el marco de los 11 años del SUGOV, rendimos homenaje al compañero Álvaro Ruíz, uno de los fundadores de nuestra organización.

HOMENAJE AL COMPAÑERO ÁLVARO RUÍZ ERAZO

El 20 de octubre fue memorable. Celebramos once años de lucha ininterrumpida y comprometida con la clase trabajadora, pero, también, de aporte a la generación de conciencia alrededor de lo que somos: un pueblo explotado que debe despertar del marasmo y levantar su puño en alto para decir: “Basta ya de sometimiento”.

En el marco de este aniversario, se hizo un reconocimiento especial al dirigente y fundador sugoviano, Álvaro Ruíz Erazo. Un batallador de la clase obrera. Se formó inicialmente como economista en Colombia e hizo su especialización, por espacio de ocho años, en Cuba.

Y aunque le fue doloroso irse de La Habana, de las tardes de brisa junto al malecón de ocho kilómetros que bordea la ciudad y recibe como un abrazo gigantesco las olas del mar y el rumor de aguas embravecidas que traen desde tierras lejanas las voces de admiración por la lucha que han librado, Álvaro decidió regresar a su patria, a combatir ideológicamente desde otra trinchera: el sindicalismo clasista.

Álvaro Ruíz, primero en la margen derecha y enarbolando su brazo empuñado, ha sido un líder comprometido con la defensa de la causa obrera.

Desde su vinculación como profesional en la Gobernación del Valle del Cauca, Álvaro ha sido un defensor de la causa del pueblo, de los marginados, de los sin-techo, de los desempleados. Y fue, a la sazón, uno de los gestores del SUGOV porque no compartió—junto con quienes le acompañaron en esa gesta—la actitud sumisa del sindicato de siempre, el de marras, en el que su presidente siente orgullo de posar con el gobernante de turno, mientras que a los afiliados les habla con un discurso acomodado.

Álvaro Ruiz Erazo está en la antesala de su retiro tras entregar gran parte de su vida a la función pública. Pero ninguno de nosotros quiere que pase desapercibido su aporte al sindicalismo, porque como diría el coplero de los llanos venezolanos, Rafael Martínez, Álvaro es un “amigo sin condición, con trago y fuera de tragos”. Es decir, alguien en quien se puede confiar siempre.

Lo ocurrido el 20 de octubre lo llevaremos siempre en el corazón, porque once años de lucha, no se cumplen todos los días…



Nosotros

El Sindicato Unitario de la Gobernación del Valle del Cauca-Diverso pero Unitario, es una Organización Sindical de Industria y/o rama de actividad económica de primer grado y mixta, que tiene en su seno a Servidores Públicos adscritos en los Niveles Central-Descentralizado, EICES-ESES-de Nivel Dptal. y Funcionaros de Educación planta FODE .


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