SINDICATO UNITARIO DE LA GOBERNACIÓN DEL VALLE DEL CAUCA
NOSOTROSCONTACTO 08 Feb, 2023

Opinión

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Hasta hoy y a lo largo de gobiernos de turno que defendieron los intereses de la clase económica, las reformas planteadas favorecían a los empresarios y golpeaban al trabajador.

Fernando Alexis Jiménez | Editor del Portal del SUGOV


Ricardo es uno de los millares de celadores que laboran en Colombia. Prestó servicio militar y luego, un curso de vigilancia. Desde hace poco más de veinte años viene vinculado a una u otra empresa de seguridad, porque reconoce, no hay estabilidad laboral. Sobrevive junto con su esposa y dos hijos que están finalizando el bachillerato. Para ayudarse económicamente, su esposa Laura, trabaja medio tiempo en un restaurante.

Me entusiasmó lo que vi anoche en televisión—me dijo cuando salía de la unidad de apartamentos donde resido–. Este señor, ¿cómo es que llama? Maltes…

Francisco Maltés, el presidente de la CUT…–, le aclaré.

Sí, el con otras personas anunciaron la propuesta que presentaron al gobierno de Petro. Si la coronan, por fin nos pagarán recargos nocturnos… –Lucía entusiasmado.

Para los empresarios, el margen a pagar no es elevado por horas nocturnas, pero para Ricardo, Laura y sus hijos marcaría la diferencia. Pueden ajustar la canasta familia y no tendrán que pasar mirando las vitrinas de supermercados, donde hay productos a los que no tienen acceso: la mantequilla, el queso o la mortadela, que vendrían bien para acompañar el pan en la mañana. Son lujos que, con esos ingresos, no pueden darse hoy.

UNA REFORMA DE FONDO

Hasta hoy y a lo largo de gobiernos de turno que defendieron los intereses de la clase económica, las reformas planteadas favorecían a los empresarios y golpeaban al trabajador.

Con el gobierno del presidente Petro tenemos una oportunidad de ir cerrando esa brecha con la clase trabajadora; por ese motivo, le presentamos una propuesta de reforma laboral que consulta las necesidades reales de los colombianos”, asegura Francisco Maltés Tello, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores—CUT—Colombia.

El dirigente obrero es consciente que desde los grupos –reducidos, además–, que por años han manejado al país, lo más probable es que se escuchen voces disonantes. “Lo que buscamos es que haya equidad y justicia social y que a los obreros y permítanme incluir, a quienes sirven al Estado, la balanza comience a inclinárseles de forma favorable y no como hasta hoy, que ha sido siempre en contra de ellos.”

CINCO PILARES DE LA REFORMA LABORAL

La reforma laboral que ha sido el producto de muchas jornadas de trabajo, de consultas e incluso, de revisiones para hacer los ajustes pertinentes y nos “desbordar al país” como dicen los empresarios, se soporta en cinco pilara que el presidente de la CUT, Francisco Maltés, sintetiza así:

1.- Reducir la informalidad laboral que hoy está en un 58% y vincular a quienes ejercen funciones en los sectores público y privado, de una forma legal y reglamentaria como ha debido ser hace mucho tiempo.

2.- Construir una política de trabajo decente y salir al paso de la tasa de desempleo que, en los últimos veinte años, ha experimentado un crecimiento galopante.

3.- Generar las condiciones para la igualdad laboral entre hombres y mujeres en e sector privado.

4.- Pago de recargos nocturnos desde las 6:00 pm, lo que favorece a millares de trabajadores que, como los celadores y operarios de fábricas—se trasnochan sin reconocimiento a su labor.

5.- Procurar que los trabajadores de las plataformas—como quienes distribuyen alimentos, por ejemplo—tengan derecho a la salud y a la seguridad social.

Sumado a esto, el próximo 30 de enero se presentará una propuesta de reforma pensional.

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EL CAMBIO EN EL PAÍS COMIENZA PARA LA CLASE OBRERA

Francisco Maltés Tello, presidente de la CUT, reconoce que estas propuestas contenidas en el documento orientado a una reforma laboral, constituyen el punto de partida para un cambio en las condiciones de la clase obrera.

“Aprovechamos que hay un gobierno como el del presidente Petro dispuesto a escucharnos. Y en esta tarea, entre las organizaciones que sumamos esfuerzos, se encuentran también la CGT, CTC y diversas expresiones representativas de empleados y trabajadores”, advierte Francisco Maltés Tello.

Otros elementos que contempla el documento son:

  • Igualdad de oportunidades para los trabajadores.
  • Remuneración mínima vital y móvil, proporcional a la cantidad y calidad de trabajo.
  • Estabilidad en el empleo.
  • Irrenunciabilidad a los beneficios mínimos establecidos en normas laborales y la posibilidad de transigir y conciliar sobre derechos inciertos y discutibles.
  • Situación más favorable al trabajador en caso de duda en la aplicación e interpretación de las fuentes formales de derecho.
  • Primacía de la realidad sobre formalidades establecidas por los sujetos de las relaciones laborales.
  • Garantía a la seguridad social.
  • La capacitación, el adiestramiento y el descanso necesario.
  • Protección especial a la mujer, a la maternidad y al trabajador menor de edad.
  • La garantía por parte del Estado al pago oportuno y al reajuste periódico de las pensiones legales.
  • La ley, los contratos, los acuerdos y convenios de trabajo, no pueden menoscabar la libertad, la dignidad humana ni los derechos de los trabajadores.
  • Principio de progresividad y regla de no regresividad.
  • Principio de protección subjetiva del trabajo.

Lo que se avecina en el país para empleados y trabajadores, es un revolcón pero de los buenos. No de aquellos que históricamente los lesionaban. Y lo que no se puede ocultar—y en esto coincide Francisco Maltés Tello, presidente de la CUT–, él que es catedrático, economista y estudioso de estos temas, es que la economía del país entrará en la fase de dinamización que hace tiempo necesitaba.

Blog del autor: www.cronicasparalapaz.wordpress.com 


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Estos crímenes empañan un gobierno que busca el cambio y la defensa de los derechos humanos. Los hechos prueban que en el país se siguen moviendo fuerzas oscuras que, por años, han querido desestabilizar al país.


Vanessa de la Torre Sanclemente | Periodista


Falta menos de un mes para que termine el año y van 171 líderes asesinados. Uno cada día de por medio. Esta cifra ya es más alta que la de todo 2021, año en la que se registraron 161 asesinatos. 58 de los 171, que han ocurrido en este 2022, han sido desde agosto, cuando comenzó el Gobierno del presidente Gustavo Petro.

Una tragedia bestial que refleja la incapacidad del Estado colombiano para varias cosas: primero, para proteger a sus ciudadanos no importa en qué lugar del territorio se encuentren. Y segundo, lo obvio: el no poder estar en esos territorios otrora ocupados por Farc y otros grupos delincuenciales.

Son lugares donde siempre ha reinado la criminalidad. Lugares de donde salieron las Farc pero no llegó el Estado. Lugares en los que sobresale el trabajo del alma de hombres y mujeres que dedican su vida a algo tan esencial como hacer que la vida se respete. Y por eso, por ser la voz de los no escuchados y por darse la batalla de abogar por la vida y las oportunidades, terminan en la mira de los malos más malos. ¡Qué dolor!

Nicodemus Luna Mosquera, un reconocido líder social y exdirigente de la Unión Sindical Obrera de Tibú, Norte de Santander, fue asesinado el pasado viernes en Dibulla, en La Guajira. El caso más reciente. En esa zona del país delinquen las Autodefensas Gaitanistas, Los Pachencas y otras bandas de carácter local y contenido mafioso con las que -resaltemos- se está avanzando en la llamada Paz Total. Y como en la mayoría de los casos, se desconoce con exactitud cuál fue el motivo del asesinato de Luna Mosquera.

Con él, ya son 171 líderes asesinados en 2022 y ojo a esta cifra: van 1398 desde que se firmó el acuerdo de paz entre el Gobierno de Santos y las Farc.

Es preocupante que en otros tiempos de oposición, escuchábamos y leíamos alertas, críticas y reportes constantemente frente a estas amenazas y violencias contra los líderes sociales. Claro, hacer oposición siempre será más fácil. Pero no se vale el silencio. Lo que está ocurriendo es atroz y los que antes criticaban al gobierno de turno no pueden ahora mirar hacia otro lado.

En las esquinas de las ciudades, en las periferias, en los pueblos lejanos y en los cercanos también, a los líderes sociales los están matando.  ¿Dónde está la política de Estado para frenar estos horrores? Así no hay paz total que valga y la credibilidad de un gobierno que se dice “distinto” se va pareciendo al de otros que poco o nada lograron protegiendo la vida de los que protegen la vida.


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Como lo planteara el filósofo francés Luis Althuser en los años setenta del Siglo XX, los medios de comunicación hegemónicos, es decir, aquellos que ejercen su poder de desinformación en grandes conglomerados de la sociedad, son aparatos ideológicos del Estado, así como todo el armario jurídico y judicial, sus mecanismos de coerción y sus Fuerzas Armadas, su sistema de relaciones políticas y de partidos, su sistema educativo y de dominación simbólica.

Luis Alfonso Mena S.| Periodista, historiador, abogado y docente universitario


Hace una semana, el viernes 28 de octubre, estábamos a esta hora en la Plazoleta de San Francisco de nuestra querida ciudad de Cali, a unas pocas cuadras de este auditorio, en el plantón de solidaridad con los centenares de muchachos y muchachas detenidos por el gobierno de Iván Duque en la represión que ese régimen despiadado desató a lo largo de 2021 contra el pueblo colombiano que protestaba en las calles, represión que dejó más de cien jóvenes asesinados, 48 de ellos en la capital del Valle del Cauca, miles de heridos, torturados, perseguidos, capturados.

Allí, en ese plantón, encontré a Martha Yesenia Tascón, la esposa de Jhontan Sabogal, un hombre de apenas 30 años que pereció en el fatídico incendio ocurrido en la cárcel del municipio de Tuluá, en el centro del departamento, a dos horas de Cali, en la noche del martes 28 de junio de 2022, mientras esperaba que lo procesaran por haber ejercido su derecho legal y constitucional a la protesta en el municipio de Bugalagrande. Había sido detenido el 9 de diciembre de 2021.

Martha Yesenia estaba con sus dos hijos, de 11 y 12 años, reclamando la libertad de su hermano, Víctor Alfonso, uno de los 300 muchachos perseguidos y capturados por reclamar sus derechos en las jornadas del año pasado, y, también, clamando justicia en relación con el caso de Jhonatan, cuya desaparición hoy, cuatro meses después de ocurrida, permanece en la impunidad.

Con el sufrimiento que se dibuja en su rostro y que seguramente anida en lo profundo de su alma, Martha Yesenia nos mostró las fotos que, con un estoicismo estremecedor, tomó al cadáver de Jhonatan, nos habló de sus heridas de balazos y profundas cortadas por todas partes, y nos recordó que esas laceraciones no las causan ni el fuego ni el humo, pidió ser escuchada y ¡que haya justicia! Ella y sus niños, con la doble tragedia a cuestas, la del joven esposo y padre asesinado en una cárcel al lado de 54 seres humanos más, y la del hermano, preso en Popayán, continuaron en la plazoleta, al lado de muchos más portadores de otras historias de dolor y sufrimiento. Luego partirían hacia el centro del Valle. Ella madrugaría al día siguiente a recolectar algodón, para seguir ganando el sustento de sus hijos.

Luego de editar el video con la entrevista a Martha Yesenia lo difundimos en redes, empezando por hacerlo llegar a otras víctimas, la mayoría madres, porque las madres son quienes más luchan por reivindicar la memoria de sus hijos sacrificados, en una brega desesperada, titánica y muchas veces solitaria, con el propósito de que los asesinatos cometidos contra sus muchachos no queden en el olvido ni en la impunidad.

Una de esas madres con quienes tenemos contacto, en razón del ejercicio de memoria testimonial en el que estamos empeñados para documentar la tragedia de 2021, me escribió desde Medellín preocupada porque, dijo, espera que los cambios se aceleren, que haya justicia para su hijo, hoy detenido también perseguido por participar en las protestas, e insistía en que muchos de los politiqueros de siempre siguen reinando.

Yo le respondí que los cambios no son inmediatos. Que el nuevo poder apenas empieza a construirse en nuestro país y que está siendo entrabado por la extrema derecha. Le dije, además, que los medios de comunicación de las oligarquías están en una ofensiva descomunal de manipulación y mentiras para oscurecer el ejercicio del nuevo gobierno, precisamente para desmotivar a quienes se echaron al hombre su elección atravesando ríos y montañas, inundando calles y comunas, convencidos de que es la hora de los pobres y los excluidos. Le respondí también que esa ofensiva de desinformación contra las esperanzas de cambio que todos los días irriga las mentes de los colombianos por radio, televisión y redes online es una trampa de las hegemonías que pretenden adocenar y domesticar la voluntad popular, y conspirar con el arma de la manipulación para dar al traste con esa voluntad social.

En fin, le recordé que los poderes municipales y departamentales en su inmensa mayoría siguen en manos de mafias, de piratas de la Administración Pública, de corruptos de toda laya y de politiqueros de las maquinarias del establecimiento que durante más de 203 años han usufructuado alcaldías y gobernaciones en representación del poder bicéfalo feudo-financiero. Y que esos alcaldes y gobernadores no dependen del Presidente.

Cuento aquí estas historias porque, primero, creo un deber ético y político rendir homenaje a esas madres y tantas mujeres y hombres del pueblo víctimas de Duque, del uribismo, de sus Fuerzas Armadas y del aparataje judicial y, segundo, porque simbolizan el doble carácter del momento en que nos hallamos: el de miles y miles de seres que acompañaron la protesta ciudadana en 2021 reclamando solución a sus problemas de toda la vida y el de miles y miles de seres que transformaron sus resistencias populares en resistencias políticas en las urnas, en procura del cambio, y ahora esperan la materialización de sus esperanzas.

Pero en los telones de fondo de esas historias subyace el fenómeno político comunicacional, porque el ejercicio de la comunicación y del periodismo es un acto político y, además, de ejercicio de los derechos humanos fundamentales. Por eso en la convocatoria de este foro hablamos de los preceptos 18 (libertad de conciencia), 20 (libertad de expresión e información) y 73 (protección del periodismo para garantizar su libertad e independencia). Es esa, teóricamente, la columna vertebral del derecho de información en nuestro país, que se queda en lánguida y famélica letra con la que las hegemonías trapean el piso cuando se trata de garantizarla con veracidad a la población.

Es que, como dice el adagio, desde que se inventó la imprenta, la libertad de prensa es la libertad del dueño de la imprenta, es decir, de los oligopolios.

O que si no ello, es el silencio sobre casos como el de Martha Yesenia, y la campaña de terror mediático para generar desesperanza en los cambios que apenas nacen a la luz, pero que la prensa del sistema, como la llamaran los fundadores de la histórica revista Alternativa de los años 70, se encarga de torcer, desvirtuar, tergiversar todos los días, desde las tres de la madrugada cuando la radio comercial inicia sus numerosos noticieros, hasta la media noche, cuando cierran su vocinglería contra el nuevo gobierno.

Se entiende entonces la preocupación de la madre de Medellín, seguramente apabullada por la desinformación de esa prensa del sistema, que bombardea inmisericorde las mentes y los corazones de la sociedad, en su papel de partidos políticos comunicacionales de extrema derecha, pues la derrota electoral del uribismo y demás facciones partidistas del establecimiento en este 2022 dejó un vacío que la prensa, la radio y la televisión de las derechas y sus extensiones en Internet en Colombia buscan llenar.

APARATOS IDEOLÓGICOS

Como lo planteara el filósofo francés Luis Althuser en los años setenta del Siglo XX, los medios de comunicación hegemónicos, es decir, aquellos que ejercen su poder de desinformación en grandes conglomerados de la sociedad, son aparatos ideológicos del Estado, así como todo el armario jurídico y judicial, sus mecanismos de coerción y sus Fuerzas Armadas, su sistema de relaciones políticas y de partidos, su sistema educativo y de dominación simbólica. Es decir, toda la superestructura ideológica, soporte de la estructura economía de los dueños del capital.

Entonces, basados en portentosas tecnologías y con presupuestos multimillonarios formados a partir de la adscripción a emporios industriales, financieros y de grandes poseedores de tierras, expresan su hegemonía con su incidencia determinante en muy amplias capas sociales. RCN, Caracol, Blu, La W, El Tiempo, El Espectador, El Colombiano, El País, El Heraldo, Semana, etc., los medios del viejo sistema y de los viejos regímenes sucedidos a lo largo de la supervivencia del capitalismo colombiano, ven la democracia solo para ellos, de ahí su construcción hegemónica. Cuando emerge la alternatividad de izquierda o, simplemente, popular, progresista, aúllan diciendo que viene la “censura”, crean el fantasma de la mordaza. No quieren ceder ni un ápice de su inmenso poder en el imaginario social.

Aunque compiten a dentelladas entre ellos en lo económico, como aparatos ideológicos del Estado capitalista los une a todos su defensa del sistema de privilegios que denominan “libertad de prensa”, pero la libertad solo de ellos. El planteamiento de Althuser lo podríamos trasladar hoy a la concepción neoliberal del Estado y de lo público: el imperio del mercado como supuesta expresión de democracia, que disfraza sus contenidos de “noticia” e “información” para delinear la opinión de los subyugados por su imperio de siglos.

¿Qué es todo lo anterior? Ni más ni menos que una dictadura mediática, que esconde los intereses de monopolios extranjeros como el Grupo Prisa de España, de pulpos industriales como el Grupo Ardila Lulle o el Grupo Santo Domingo, de especuladores financieros como el Grupo Aval de Sarmiento Angulo o el Grupo Gilinski, sostén de un libelo conocido como revista Semana, desprestigiado medio de la ultra caverna colombiana.

Todos a una buscan, primero, generar un clima de pánico económico contra el gobierno del presidente Gustavo Petro y de la vicepresidenta Francia Márquez, y lo vienen haciendo desde la misma noche del 19 de junio, la de la victoria, con sus anuncios de incremento automático del dólar y la supuesta salida de capitales del país. Segundo, horadar la base social del nuevo gobierno, la de esas 11.300.000 personas que lo eligieron, como la madre de Medellín que me escribió tan preocupada, víctima del ataque mediático; y, tercero, crear las condiciones para la desestabilización y hacer ingobernable el país con miras a evitar un nuevo gobierno alternativo en 2026 que continúe y desarrolle las transformaciones iniciadas en este 2022. Es la política del terror económico y el caos político inducidos contra los cambios sociales.

MAGNITUD DE LOS DESAFÍOS

El rápido panorama trazado muestra la magnitud de los desafíos que en materia comunicacional tenemos todos, no solo los elegidos por el Pacto Histórico y sus aliados en el Ejecutivo y en el Legislativo, frente a los cuales parece no haber plena determinación de respuesta por parte del nuevo gobierno.

Evidencias de lo anterior existen bastantes. Pero solo mencionemos dos de las más recientes. El sábado 29 de octubre, cuando se producía el acto de entrega por parte del presidente Petro de 150 hectáreas de tierras incautadas al clan narcoparamilitar de los Castaño en Montería, rescatadas también de las garras de la corrupción de la Sociedad de Activos Especiales, SAE, cuando la entidad estuvo en manos del uribismo, no había canal nacional que lo transmitiera, ni siquiera alguno de los del Estado, alguno de los del Sistema de Medios Públicos. Un hecho histórico, como fue el inicio real y concreto de la reforma rural integral, componente primigenio del Acuerdo de Paz de 2016 y pilar del nuevo gobierno, fue silenciado no solo por los medios comerciales, sino por los públicos.

El otro caso fue la reunión entre los presidentes Gustavo Petro y Nicolás Maduro, de la República Bolivariana de Venezuela, el martes 1 de noviembre, en Caracas. Un hecho no solo de extraordinaria importancia para los dos países y pueblos, sino para el foro continental, si se tiene en cuenta todo el cerco tendido por Estados Unidos y sus gobiernos adlátares, empezando por el anterior de Iván Duque, sumiso con su política de odio contra el país hermano, política que tanto daño en todos los órdenes hizo a los dos pueblos. Pues bien, ese encuentro tampoco fue transmitido.

Mientras los dos mandatarios hablaban en Venezuela, en Colombia los canales del Estado hacían mutis por el foro: el Canal Institucional difundía un viejo programa sobre la Covid 19 y el Canal Señal Colombia, reencauchaba un aún más viejo programa infantil de la década de los años noventa del Siglo XX. Nos tocó ver la transmisión en directo por Telesur, que estuvo todo el tiempo emitiendo en vivo, lo mismo que el Canal Estatal Venezolana de Televisión.

Extrañamente, el canal en YouTube de la Presidencia de la República, por el que se transmiten los actos en que interviene el mandatario, funge ahora como el espacio oficial, y se dejan de lado, los canales de señal abierta del Estado.

Así pues, no solo los medios hegemónicos silencian la verdad sobre el proceso de cambios en marcha, sino que los canales del Estado hacen lo propio, y el gobierno, como si no tuviera derecho a ellos, se refugia en un canal de YouTube, con la evidente limitación que ello implica, en una nación con niveles pobres de acceso a internet. Podríamos decir, parodiando el icónico documental sobre la conspiración de ultraderecha en Venezuela, en el caso colombiano la revolución pacífica del cambio tampoco será transmitida.

La verdad es que contra el gobierno del presidente Petro las derechas repiten los mismos libretos puestos en escena frente a gobiernos populares, de izquierda o progresistas para desacreditarlos y hacerles la gestión imposible, como ha ocurrido en Venezuela (con Hugo Chávez y Nicolás Maduro); en Brasil (con Lula da Silva y Dilma Rousseff), en Ecuador (con Rafael Correa), en Bolivia (con Evo Morales y Luis Arce), en Argentina (con Néstor Kirchner), en México (con Andrés Manuel López Obrador), en Honduras (con José Manuel Zelaya), en Perú (con Pedro Castillo) y hasta en Chile (con el muy conciliador de centro Gabriel Boric). Y la lista sigue.

Así, pues, estamos advertidos, y el nuevo gobierno no pude continuar renuente frente a los desafíos y los cambios comunicacionales urgentes que tiene por delante, porque sus importantes proyectos y ejecutorias no serán transmitidas, seguirán siendo tergiversadas, torcidas, desfiguradas por los medos hegemónicos, por la prensa del sistema. Y, peor aún, si se desechan las infraestructuras a las que tiene derecho en el Sistema de Medios Públicos y los canales regionales.

ALGUNAS PROPUESTAS

Por eso, desde este foro, y desde Cali, la capital de la resistencia y del levantamiento popular, nos atrevemos a:

*1.-* Hacer un llamamiento al gobierno del presidente Gustavo Petro y de la vicepresidenta Francia Márquez para que defina una urgente y sólida estrategia comunicacional que permita, primero, mantener informado al pueblo colombiano de manera veraz, masiva y eficaz, sobre sus importantes propuestas y realizaciones, y, segundo desarrollar una permanente pedagogía que contrarreste la manipulación y la desinformación en que están empeñados los medios de comunicación corporativos hegemónicos.

*2.-* Proponer que se asuma, como es su derecho, la gerencia y dirección de Rtvc Sistema de Medios Públicos y que se lleve a cabo su rediseño para que cumpla los fines arriba planteados, en el entendido de que sus dos canales de televisión nacionales (Señal Colombia y Señal Institucional), las 64 emisoras de Radio Nacional, más Radiónica y las emisoras online Señal Clásica, Señal Digital, Radiónica 2 y Radiónica 3, Señal Memoria y Rtvc Play, que lo integran, tengan enfoques que visibilicen las propuestas y acciones del cambio en marcha, y, de igual forma, se conviertan en espacios de participación ciudadana amplia, culturalmente diversa y políticamente democrática, con la solvencia conceptual y difusión de la verdad que no tienen los medios de comunicación del viejo régimen político derrotado.

*3.-* Solicitar que se definan políticas públicas desde el Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, además de los fondos y comisiones existentes, en relación con la democratización del espectro electromagnético, las emisoras comunitarias, los canales regionales de televisión y el acceso masivo en la geografía nacional a los servicios de conexión a Internet, única forma responder a la exclusión de amplios conglomerados y al monopolio de la comunicación digital, hoy en manos de poderosas corporaciones dedicadas, día y noche, a la generación de contenidos falaces y de desinformación contra el proceso político y social de cambio en marcha. Es decir, única forma de democratizar la información.

*4.-* Invitar a los y las periodistas y ciudadanos interesados en el campo comunicacional a nuclearse en el Colectivo Periodismo por la Verdad, para el impulso del debate y la juntanza conceptual sobre el ejercicio del nuevo periodismo, contrahegemónico y realmente alternativo, alejado de prácticas clientelares y orientado a la divulgación de los hechos con el norte de la veracidad y el compromiso con las transformaciones en beneficio de los pueblos y de la justicia social.

*5.-* Anunciar la realización de un taller de periodismo contrahegemónico durante los sábados 4, 11, 18 y 25 de febrero de 2023, con contenidos sobre los que informaremos de manera oportuna, como paso fundamental en el proceso de formación para hacer un nuevo periodismo, en el que sistematicemos las experiencias de resistencia comunicacional vividas y, al mismo tiempo, practiquemos herramientas propias de la investigación, la producción y la diversidad de géneros pertinentes en el ejercicio del oficio periodístico.

Sólo con una política comunicacional que ponga al gobierno a la ofensiva, que no solo informe, sino que también haga pedagogía popular y formación de masas desde los medios públicos y los alternativos, independientes y contrahegemónicos, se podrá cumplirle a tantos miles de colombianos y colombianas, como Martha Yesenia Tascón o la madre preocupada de Medellín, protagonistas sencillas y casi anónimas de la historia del presente con cuyos testimonios les empecé a hablar en la tarde de hoy.

Muchas gracias.

Cali, jueves 3 y viernes 4 de noviembre de 2022.

FOTOS:

1 y 2. Intervención de Luis Alfonso Mena S. y aspectos del auditorio colmado, en el Foro Nuevo Poder, Periodismo Alternativo y Democratización de la Información.

3 y 4. Los asistentes al foro, cumplido el viernes 4 de noviembre de 222, el Auditorio del ´rea Cultural del Banco de la República .

Fotos: Santiago José Mena C. y Luis Alfonso Mena C. Jr.


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Con el estreno de “Cena para los ausentes” de la Fundación El Teatro Vive, se marca un hito histórico con el cortometraje que se ha convertido en un instrumento moderno y asequible para elevar la denuncia por los desaparecidos del estallido social. Un homenaje a las víctimas.

Por Fernando Alexis Jiménez

Durante el Paro Nacional del 2021 se estima que desaparecieron 379 personas. Algunas volvieron, otras no. Se convirtieron en estadísticas. Desde la perspectiva social, se los llevaron por participar activamente en las movilizaciones. La óptica del otrora presidente Iván Duque era distinta. Consideró que eran “terroristas o personas vinculadas a la delincuencia” y, en esa dirección, se los llevaron en el marco de los ajustes de cuentas.

De los que regresaron a casa, se asegura que fueron 276 jóvenes y adultos, en su mayoría, líderes sociales. El manto de misterio se cierne sobre una treintena de ellos. La Fiscalía informó que, a corte del 26 de octubre de del año pasado, se les dio trámite a 627 solicitudes para activar Mecanismos de Búsqueda Urgente (MBU).  

Uno de los casos más documentados por medios de comunicación y organizaciones de derechos humanos fue, justamente, el de Brahian Gabriel Rojas. El joven de 26 años desapareció el 28 de abril de 2021 en La Virginia (Risaralda) y fue hallado sin vida el 4 de mayo en Sabanalarga (Antioquia), a más de 330 km. 

Su hermana,  Thalia Rojas, , atribuyó esa extraña desaparición a fuerzas policíales. Ese es sólo uno de los tantos casos sin resolver.

UN CORTOMETRAJE EN HOMENAJE A LAS VÍCTIMAS

En reconocimiento al drama de los desaparecidos del Paro Nacional 2021, la Fundación y Escénica El Teatro Vive produjo el cortometraje “Cena para los ausentes”  que revive el dolor de aquellos que se fueron y de quienes nunca se supo el paradero.

La grabación en exteriores, edición y procesamiento hasta dar vida a esta narrativa audiovisual, tomó alrededor de un mes.

El texto originalmente era un cuento corto de Alexander Sarria Jiménez. En varias jornadas de trabajo le dimos forma para llevarlo a cortometraje y, de manera colectiva, se afinó el relato hasta convertirse en Cena para los ausentes¨.”, explica el director de El Teatro Vive, Luis Eduardo Jiménez, a quien se considera una de las figuras históricas del arte escénico de Palmira, Valle del Cauca.

No es una producción más ni para que la organización que preside se convierta en ícono en la ciudad industrial, sino para denunciar que los atropellos sí se cometieron y que, levantar la voz, representó para muchos líderes sociales, su sentencia de muerte.

UN DRAMA QUE NO TERMINA PARA LAS FAMILIAS

El autor, Alexander Sarria Jiménez, quien concibió el argumento, destacó durante la premier que el cortometraje no alcanza a reflejar todo el dolor que experimentan las familias de un desaparecido. “En Yumbo, Valle del Cauca, los casos abundan. No solo en el marco del estallido social, sino de otras épocas”, explicó.

Sus palabras rememoran la época aciaga de la guerrilla urbana del M-19, a la que perteneció el hoy presidente Petro. Fueron tiempos difíciles. Los jóvenes y líderes sociales que no murieron en acciones de la naciente insurgencia, fueron llevados a la fuerza y, tras el sonido ensordecedor de carros que se alejan presurosos, sólo dejaron recuerdos. Y las fotografías que siempre miran sus familiares.

“Cena para los ausentes” ha sido presentado en varios escenarios. “La aceptación de la audiencia ha sido altamente satisfactoria. Han reconocido la importancia de esta plataforma de denuncia.”, anota Luis Eduardo Jiménez, quien junto con su esposa, Ana Rosario Grisales, están preparando otros trabajos.

Producir un cortometraje, toma mucho tiempo. Pero junto a un equipo comprometido, creen que antes de finalizar el año tendrán a disposición su segundo cortometraje. “Consideramos que el teatro y las documentaciones audiovisuales están tomando fuerza y, nosotros, como teatro social, no vamos a quedarnos rezagados”, advirtió finalmente.

A la pregunta de dónde se encuentran los desaparecidos, en su legendario tema musical, el panameño, Rubén Blades, responde: “Busca en el agua y en los matorrales ¿Y por qué es que se desaparecen? Porque no todos somos iguales  ¿Y cuándo vuelve el desaparecido?  Cada vez que los trae el pensamiento ¿Cómo se le habla al desaparecido? Con la emoción apretando por dentro.”

Puede apreciar el cortometraje “Cena para los ausentes” aquí>>


© Fernando Alexis Jiménez, autor.


Registros gráficos: Camilo Ernesto Jiménez


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La escritora, Francesca Gargallo, fue docente y feminista italomexicana, Francesca Gargallo, fundó las licenciaturas de Filosofía e Historia de las Ideas y Creación Literaria de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, falleció el jueves 3 de marzo de 2022 a los 65 años como consecuencia de un cáncer.

Miró el gran fajo de billetes que una solícita y alegre secretaria le había depositado de uno en uno en la mano: billetes de cien hasta llegar a quince mil, un atado de dinero que disparó una fantasía de asaltabancos del Far West, tal y como lo pintaban en las películas de 1960. No podía refrenarlo, si se sentía bien y no estaba demasiado cansada, la fantasía funcionaba y ella era, según el caso y la imagen que tenía de sí misma en ese momento, una asaltabancos, una princesa en apuros y con pistola en mano, una guardabosques que debe decidir si salvar o no los oseznos durante un incendio.

Eso sí, el presente no le agradaba. A su fantasía la prende que la gente se comunique a los gritos o con correos a caballo. La niña que cruzó las líneas enemigas para llevarle una carta con recomendaciones médicas a su mamá, podía cambiar varias veces de funciones y color de piel pero siempre ostentaba trenzas cortas de los dos lados de la cara, con o sin moños rojos. Y nunca poseía un ordenador de bolsillo con capacidades de teléfono móvil y localizador geográfico.

Muchas veces tenía diálogos fenomenales con su mejor amiga y aún con una hermana. No, su hermana no era real, pero qué importa, con ese fajo de dinero en la mano podía decirle algo así como: Vamos a invitarle un helado a todos los niños del barrio. A lo cual su hermana respondería: No es mala idea. Se lo pensó dos veces. Su hermana en realidad respondería: Si llegan a ensuciarse la camisa, sus madres te odiarán. O quién sabe, no la veía desde que cumplió los treinta años.

Una secretaria a la vez alegre y solícita, ya eso, en sí, era digno de una historia. Contaba cien, cuatrocientos, mil, canturreando porque quizás por la tarde estrenaría un auto eléctrico que se había ganado en una rifa. O le habían dado el mapa de una mina de oro que no explotaría porque es ecologista y de tal manera pondría a salvo la montaña. La secretaria cantaba porque su hija le estaba preparando una enorme calabaza rellena para la cena y mientras lo hacía la calabaza se convirtió en cohete y pasó por su mamá y ambas se fueron a dar la vuelta por el espacio sideral: gran silencio azul, ninguna burocracia, el canto de los astros y un hermoso libro para leer flotando. Mil cuatrocientos, mil quinientos. Gracias. Hasta luego.

El gran fajo de billetes está al fondo de un bolso de lona. Podría fugarme de la universidad y correr hacia las montañas nevadas que se perfilan en el horizonte, cruzar caminos pensando que soy kurda y combato con otras contra el patriarcado mundial, no soy una partesana francesa de la Segunda Guerra Mundial, sí soy una tibetana que recupera para su pueblo el gran lago de sal. La nieve empieza a caer, la cara se refresca y la nariz se pone roja y brillante como un farolito.

Los pasos se siguen uno a uno, son cada vez más rítmicos. Me compré estas botas porque son cómodas y juego con ella a ser una forajida que monta bien a caballo. Camino. Estoy feliz. Deberían desaparecer los autos para serlo aún más. Se degradan, pierden rapidez, forma, número; pero todavía hay un semáforo a la vista. Avanzo. Cuatro autos se detienen ante la luz roja. Hay mujeres, niñas, hombres que cruzan la calle.

De repente oigo gritos. Soy una defensora de los débiles con un gran fajo de dinero al fondo de una bolsa de lona. Una señora se abalanza hacia un coche donde un hombre y una mujer se están dando un beso. La señora grita que ella es la esposa; el hombre se queda quieto, la mujer que estaba besando también. En la ventana, la señora que grita dice que es la madre de sus hijos, que él no puede tratarla así, dejándola en casa como una estúpida. Dice miles de cosas más, las de siempre: que no tiene dinero para los útiles escolares, que todo su salario se va en sostener la casa y que él no compra ni lo que come, que se aburre haciendo todo el trabajo de limpieza, que no le ha dado un beso en años.

El hombre baja del auto gris. El auto no podría ser sino gris. Le suelta un puñetazo en plena cara a la señora de los niños. Los dedos apretados, duros, engarrotados y el nudillo le queda con un leve raspón o una mancha de sangre de ella. Soy una defensora de los débiles. Tengo un bolso de lona con un fajo de billete y botas para caminar y montar a caballo. Le doy un puntapié en la espinilla al hombre que le ha pegado un puñetazo a una mujer. Es agradable. Ah, qué rico, le doy otra patada.

La mujer con la que se estaba besando el hombre baja del auto para defenderlo de la mujer que defiende a la mujer que él ha golpeado. Enorme zafarrancho. No les pego a las mujeres, ni siquiera a la que él besaba y me jala el pelo. La verdad es que en mis fantasías nunca me importa si ando o no bien peinada. Pero me divierte mucho darle de patadas al tipejo. Jejeje, se pone furioso.

Otra patada, de veras que mis botas son excelentes. Llega la policía. Bueno, a ver qué arregla, yo me largo. Hay dos niñas y un niño. Los hijos de la señora que lloró al ver a un hombre besarse con una mujer en el auto. Niños, digo, les invito un helado de limón. Me miran un poco perplejos. Nieva, no es temporada, pero afirman enfáticamente con la cabeza. Desde la heladería vemos como la policía se lleva a su padre. La señora que me jaló el pelo quiere demandar a la loca que los bajó del auto. Al poco rato la madre de las niñas y el niño entra a la heladería. A ella también le vendrá bien un helado de limón para bajarle la inflamación del labio. Soy Mamá Noël y tengo un bolso de lona con un fajo de billetes abajo. Lástima que en dos horas tenga que ponerme seria e impartir un taller de pensamiento crítico.

 


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Acabar con esa modalidad perversa de la contratitis abriría la posibilidad para que el 70% de quienes hoy enfrentan ese calvario, puedan gozar de las prestaciones legales y se liberen de los politiqueros, que son los modernos esclavistas en el territorio colombiano.

En Colombia al menos 1.2 millones de profesionales, técnicos y personas del nivel asistencial, están vinculados al servicio estatal bajo la figura de OPS o contrato, como se le conoce coloquialmente.

Lo grave del asunto es que fortalecer la incorporación temporal bajo esta modalidad, se convirtió en el caballito de batalla para que los políticos (¿o será politiqueros?) puedan presionar al beneficiario y que, periódicamente, consiga un determinado número de votos y así asegurar la permanencia en cargos de elección popular o corporaciones públicas.

Es humillante. No respeta la dignidad del trabajador y, encima, deben pagar el “diezmo”. Y que no se vaya a enojar el vallecaucano John Milton, porque no estoy hablando de los grupos religiosos. Me refiero a los directorios partidistas que piden “cuota” bajo el pretexto de que es para fortalecer el trabajo de la colectividad.

La baronesa me hizo nombrar por contrato. Debo darle una tajada al partido y, al concejal de Cali que me sostiene el contrato, otra parte—nos dijo alguien que lleva seis años bajo esta singularidad. Por supuesto, en caso de demanda, no es el único al que podríamos hacer citar a un juzgado como testigo. Como él, muchísimos más dispuestos a prender el ventilador. No es un fenómeno propio del Valle del Cauca. Se volvió endémico en todo el país, como el Covid-19.

De los honorarios por $3.2 millones que le asignan, debe pagar todo lo referente a seguridad social y los diezmos. Le quedan solamente $1.7 millones. ¡Y con esa plata debe sobrevivir junto con su familia y darle “refrigerio” a los 60 parroquianos a los que invita a las reuniones partidistas!

Alrededor del tema, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores CUT, Francisco Maltés Tello, advirtió que esa práctica denigrante debe terminar. “Esa figura contractual deja a estas personas sin la posibilidad de recibir las prestaciones legales que, si tienen aquellos que están vinculados a la planta oficial, aunque desempeñan igualmente funciones misionales. Muchos cumplen horario y en la práctica son tratados como empleados.”, dijo.

Ese pronunciamiento, viniendo de la central obrera más grande del país, tiene mucho peso y está en consonancia con el anuncio del presidente, Gustavo Petro Urrego, en el sentido de que se deben desmantelar las nóminas paralelas en las entidades oficiales.

Millares de personas llevan años trabajando en esas condiciones, sin los beneficios que se derivan de estar dentro de una planta de empleados”, explico Maltés Tello.

Un ejemplo claro lo representa el SENA. Allí hay aproximadamente 30 mil personas por contrato de prestación de servicios, muchos de ellas como instructores. Igual ocurre en las universidades públicas, colegios y otras entidades.

Acabar con esa modalidad perversa de la contratitis abriría la posibilidad para que el 70% de quienes hoy enfrentan ese calvario, puedan gozar de las prestaciones legales y se liberen de los politiqueros, que son los modernos esclavistas en el territorio colombiano.

Más artículos del autor en el Blog https://cronicasparalapaz.wordpress.com/


NOTA IMPORTANTE: El presente artículo compromete únicamente a su autor ya que, aun cuando los pensamientos expresados tienen una connotación sindical, no necesariamente interpretan la filosofía del SUGOV.


 


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La actitud mezquina del presidente Duque no prevaleció y miles de colombianos recibieron la espada en medio de aplausos, en la emblemática Plaza Bolívar.

La arrogancia le ganó la partida al expresidente Iván Duque. Hizo sentir su posición de poder hasta último momento. Negó el permiso para que la espada de Bolívar, sustraída por el M-19 el 17 de enero de 1974, estuviera en la posesión de Petro. la del 74 fue la primera acción político-militar de la organización. En criterio de Yamel Riaño, uno de sus integrantes, una forma de “reivindicar la lucha del pueblo por la justicia”.

Esa arrogancia de la que hizo alarde en los momentos decisivos del país y que levantó una enorme barrera en lo que puso ser una salida dialogada al Paro Nacional del 2021, fue la que enterró el Uribismo en Colombia.

Porque aún le produce urticaria el que nuestro país emprenda un proceso de cambio, en el marco de un pensamiento progresista, se negó rotundamente a permitir que la espada de Bolívar—el moderno florero de Llorente—fuera expuesta en la Plaza donde se producía la ceremonia de cambio de gobierno.

Lo positivo es que, en adelante, lo más probable es que se institucionalizará porque, si algo debe ponderarse, es que Simón Bolívar fue un revolucionario nacionalista, filosofía que en su momento reivindicó el M-19 y que es, hoy por hoy, el fundamento para los procesos de cambio de algunos países latinoamericanos.

El mensaje lo dejó claro el nuevo presidente, Gustavo Petro:

“Esta espada representa demasiado para nosotros, para nosotras, y quiero que nunca más esté enterrada, quiero que nunca más esté retenida, que solo se envaine —como dijo su propietario, el libertador— cuando haya justicia en este país. Que sea del pueblo: es la espada del pueblo y por eso la queríamos aquí en este momento y en este lugar”.

En esas breves líneas queda claro el por qué Iván Duque puso talanqueras. Era su forma de afrentar el nuevo proceso de transformación social y política que comenzó.

Y, por supuesto, esa actitud mezquina pasará a la historia. Propia de un autócrata como él, que privilegiaba la confrontación sobre el diálogo. No en vano fue el causante de que el Paro Nacional durara dos meses y, en buena medida, que se legitimara esa lucha por el poder—a través de las urnas—que llevaron al poder a Petro.

 


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Resulta sorprendente la forma como algunos de los inmediatos colaboradores de Gustavo Petro, libran batallas intestinas con otros miembros del Pacto Histórico. Equívoco en sus actuaciones.

Por Fernando Alexis Jiménez


Resulta lamentable el canibalismo entre quienes secundan al hoy presidente electo, Gustavo Petro. Y, por supuesto, motivo de hilaridad y gozo en las toldas de la derecha, indistintamente de cuál sea su origen partidista. Basta con imaginar a María Fernanda Cabal y Paloma Valencia, tomando un refrigerio en el Café El Aquelarre, mientras comentan el asunto. “Véalos. Querían llegar al poder y, ahora que lo tienen, se están volviendo trizas. ¡Valiente cambio el que nos espera!

Me refiero específicamente a las posiciones contradictorias del escritor, Gustavo Bolívar, del otrora sindicalista, Alexander López, de algunos dirigentes de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), entre otros, y de la posición pasiva y pareciera condescendiente de la Vicepresidenta, Francia Márquez.

El enfrentamiento por cuenta de Roy Barreras ha ido escalando. Antes que aclimatarse y permitir que cada uno cumpla su rol, los odios se avivan y pareciera que ahora hay dos bandos: los buenos, es decir, los puristas, y aquellos que provienen de otras vertientes de pensamiento político, a quienes se considera los malos.

Un primer paso, el más acertado, fue el Pacto Nacional que promueve Petro. Está en consonancia con el “gran sancocho” que le proponía el comandante Jaime Báteman Cayón al país y del que mostró sus primeros trazos en la entrevista concedida al periodista, Juan Guillermo Ríos. Una tesis llevada a la praxis que genera tranquilidad en la medida en que escucharnos, sirva para desarmar los temores de que Colombia se encamine hacia un gobierno totalitario.

Los enfrentamientos por el Congreso llevan a rememorar los zambapalos que tanto criticamos desde la izquierda y que eran promovidos por los exponentes de la derecha. Pero una vez en el poder, se repite el mismo escenario con diferentes protagonistas, con la diferencia de que ahora los mensajes desligitimadores a los propios compañeros de lucha, están rodeados por un lenguaje intelectual. Es decir, garrotazos de ida y vuelta con un toque gourmet.

Lo lamentable es que aún estamos a semanas de la posesión de Gustavo Petro como presidente y el mensaje que se les envía a los colombianos es altamente desalentador. Incluso, podríamos señalar que genera incertidumbre acerca de lo que viene en los próximos cuatro años de gobierno.

Si un técnico es propuesto desde la dirección petrista para un futuro cargo, no faltan quienes, habiéndose identificado con la izquierda, salen a criticarlo. La típica falta del desconocimiento de quienes tiran línea y los que avanzan en su cumplimiento, que no es algo nuevo y, por el contrario, primó en las filas guerrilleras. Quienes vivieron esa experiencia recuerdan cuando venía una orden superior e, inmediatamente, salían al paso los de siempre, dispuestos a cuestionarla y, a su manera, sabotearla.

¿Y qué decir de la CUT? Sorprendente y lamentable. Algunos de sus líderes han volcado sus baterías contra Francisco Maltés Tello. Ya era suficiente con que la Unión de Trabajadores de Colombia (UTC)—con sus posiciones gobiernistas que le son legendarias– saliera con la perla de que traicionó el Paro Nacional del 2021, para que sus propios compañeros pongan talanqueras a la propuesta que se hizo en su momento, de que Maltés Tello ocupara el Ministerio del Trabajo. Y siguen con el mismo discurso: que la CUT no es partido político, pero desestimando que, como central obrera, debe asumir una posición política.

Es fácil hoy hablar de traición al Paro Nacional, cuando no fueron ellos—los de la UTC— quienes le dieron la cara al devenir del estallido social, el más grande en la historia de Colombia. Maltés Tello fue quien, desde su perspectiva progresista y sin distanciarse de la realidad nacional, ayudó a conducir el conflicto y encontrar salidas, en momentos en que el peor presidente de Latinoamérica, Iván Duque Márquez, quería acabar con las movilizaciones bajo la premisa de la tierra arrasada.

Así las cosas, el canibalismo promovido por algunos seudo izquierdistas, no hace más que poner tropiezo a un proceso de transformación en los esquemas de poder.  Le hacen un flaco favor a quienes depositaron su confianza en Gustavo Petro y, de paso, deslegitima ante la opinión pública, a quienes por años–soportando persecuciones, encarcelamientos y hasta atentados–, han creído en una Colombia nueva

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NOTA IMPORTANTE: Los planteamientos esbozados en este artículo comprometen únicamente a su autor porque, aunque es dirigentes sugoviano, sus apreciaciones no necesariamente interpretan el pensamiento del Sindicato SUGOV


 


Sugov05/01/2022
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Compañeros trabajadores de diversas expresiones sindicales manifestaron apoyo a los pasacalles ubicados en buen número de puentes de Cali, alrededor de los cuales hay amplio tráfico, lo mismo que en las ciudades intermedias del Departamento.

Una vez más la histórica fecha del 1 de mayo, internacionalista y comprometida con la lucha de la clase trabajadora en todos los países, estuvo acompañada por la dirigencia y militancia del Sindicato Unitario de la Gobernación del Valle del Cauca—SUGOV—en el recorrido que inició en Comfandi El Prado, abordó parte de la autopista suroriental de Cali y concluyó en el emblemático barrio Obrero.

Nuestra presencia en las calles reafirma dos cosas: estamos comprometidos con las batallas que libran los estatales en procura de mejorar sus condiciones y, en segundo lugar, el compromiso decidido con quienes quieren reivindicaciones que hagan su desempeño laboral más digno.

Aprovechamos el recorrido para seguir en nuestro papel de denuncia del incumplimiento de la administración de la gobernadora, Clara Luz Roldán a los vallecaucanos, comenzando por el sector campesino al que tiene olvidado, pasando por los indígenas a quienes atropelló en dos ocasiones impidiéndoles el ingreso a territorio vallecaucano, la avanzada para privatizar el Ecoparque de Pance y, su indolencia frente a la crisis del Club de Empleados del Departamento que pone en riesgo la estabilidad de más de 30 trabajadores de planta y una decena de temporales.

Y por supuesto, no podemos olvidar que prometió obras, las que no cumplió porque las inauguraciones han recaído en las que financió la otrora gobernadora, Dilian Francisca Toro.

Compañeros trabajadores de diversas expresiones sindicales manifestaron apoyo a los pasacalles ubicados en buen número de puentes de Cali, alrededor de los cuales hay amplio tráfico, lo mismo que en las ciudades intermedias del Departamento.

Es nuestra voz que no puede callarse, después de la arremetida de censura que llevó a la vandalización de dos de los cuatro murales gigantes pintados por el SUGOV en los puntos cardinales de la capital vallecaucana.

Los dejamos con imágenes de nuestra participación en la movilización del 1 de mayo.


Texto y publicación web: Fernando Alexis Jiménez.

Fotografías: Paula Andrea Largo, Rómulo Ramírez y Yecid González.



Sugov04/24/2022
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Los vándalos enviados por “no se sabe quién” a borrar los murales del SUGOV donde denunciamos que la Gobernadora, Clara Luz González, no le ha cumplido a los vallecaucanos, deberán invertir muchos tarros de pintura, porque seguiremos elaborando estos enormes grafitis.

Al escritor inglés, Edward Bulwer-Lytton, se atribuye la frase: “La pluma es más poderosa que la espada” y, en la película Origen estrenada en el 2010, hay otra frase inspiradora del actor, Leonardo DiCaprio, quien en una de sus intervenciones asegura: “No hay nada más subversivo que sembrar una idea en la mente de las personas“. En esencia, las palabras trascienden más allá de la fuerza y quedan grabadas para siempre en los recuerdos. De allí, es difícil que las borren.

¿Y por qué el SUGOV acude a la reivindicación de las palabras como instrumento divulgador? Para rechazar el ataque vandálico del que fue blanco nuestra organización, cuando desarrolló la primera fase de la Acción Sindical “Por la dignidad vallecaucana”.

 

Estos son los murales que mandó pintar el SUGOV en lugares de mucho tráfico en Cali.

Una de las estrategias consiste en la elaboración de murales en lugares transitados de Cali. En medio de las coloridas imágenes, haciendo acopio del derecho constitucional que nos asiste de ejercer “control social a lo público”, denunciamos que la administración de la gobernadora, Clara Luz Roldán González, no le ha cumplido a los vallecaucanos.

Es cierto, inauguró obras. Sin embargo, son ejecutorias que dejó financiadas la entonces gobernadora, Dilian Francisca Toro. En pocas palabras, la actual mandataria está ganando “indulgencias con camándula ajena”.

Hay sectores abandonados de la presencia gubernamental. Un ejemplo: Buenaventura. Corregimientos tales como La Bocana, Juanchaco, Ladrilleros y sectores como La Barra y Punta Soldado, están sometidos a “cien años de soldad”, sin obras ni apoyo estatal de ninguna índole.

Igualmente denunciamos la situación del Club de Empleados del Departamento, cada vez más crítica y que afecta a los trabajadores, así como la avanzada de privatización del Ecoparque de Pance, entre otras.

Se pintaron cuatro murales de seis metros de ancho por 2.70 cm de alto.  Sin embargo, dos de los cuatro murales, fueron vandalizados. ¿Y quién los mandó borrar? Alguien a quien no le interesaban las denuncias. Como cantaba Jorge Sepúlveda: “Adivina, adivinadora… dime quién es…” o más sencillo aún: la frase que suele repetir el filósofo de Vijes: “Al que le caiga el guante, que se lo chante”.

¿QUIÉNES SON LOS VÁNDALOS?

La comunidad ante la acción aleve de los vándalos, les tomó fotografías e hizo llegar las placas del vehículo en el que se movilizaban. ¿Qué hacemos?, nos dijeron. Y nosotros, como sí respetamos el derecho a disentir, les dijimos: “Déjenlos que los borren. Al fin y al cabo, no son las únicas acciones y, para detenernos, tendrán que comprar muchas latas de pintura”.

Los dejamos con imágenes del momento en que eran vandalizados los murales sugovianos, imágenes que–insistimos–nos envió la propia comunidad

 

 



Nosotros

El Sindicato Unitario de la Gobernación del Valle del Cauca-Diverso pero Unitario, es una Organización Sindical de Industria y/o rama de actividad económica de primer grado y mixta, que tiene en su seno a Servidores Públicos adscritos en los Niveles Central-Descentralizado, EICES-ESES-de Nivel Dptal. y Funcionaros de Educación planta FODE .


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