SINDICATO UNITARIO DE LA GOBERNACIÓN DEL VALLE DEL CAUCA
NOSOTROSCONTACTO 27 Mar, 2023

Internacional

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En el 2022 son 3.6 millones de personas en situación de pobreza, que suman a las que ya ostentan esa condición. En conjunto son 22 millones. De esa cifra, se estima que 17 millones no consumen la tercera comida al día, y que cerca de un millón lo hacen sólo una vez al día.

Por Fernando Alexis Jiménez

Iván Duque fue a París, pero no a visitar la torre Eiffel, los campos Elíseos, el museo de Louvre, ni tampoco a tomarse un cafecito mientras apreciaba el desplazamiento idílico de embarcaciones en el rio Sena. Ya está cansado de esos atractivos luego de poco más de tres años de turismo por el mundo, por cuenta del bolsillo de los parroquianos de a pie. Esta vez fue distinto. Su propósito era rendirle cuentas a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde).

Habló bellezas de la situación de Colombia. Dijo que, pese a la pandemia, la economía creció por encima del 10% y enfatizó que, al terminar su período de gobierno, habrá cumplido con el 80% de los compromisos adquiridos con esa organización, que en términos prácticos es un club social de estrato diez en el que nuestro país, de estrato tres, pretende codearse con los más poderosos del mundo. Visión arribista de quienes detentan el poder entre los colombianos.

Su discurso era tan inverosímil, que uno de sus escoltas intercambió miradas con otro de Europa. Los dos se encogieron de hombros. Pensaban que Duque estaba describiendo una escena de “Alicia en el país de las maravillas”.

De lo que no habló el presidente, fue del crecimiento de la pobreza que hoy azota a los colombianos, como lo ha venido preconizando a diestra y siniestra el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, Francisco Maltés Tello.

Las cifras que comparte el dirigente obrero, catedrático universitario y economista de profesión, son demoledoras. En el 2022 son 3.6 millones de personas en situación de pobreza, que suman a las que ya ostentan esa condición. En conjunto son 22 millones. De esa cifra, se estima que 17 millones no consumen la tercera comida al día, y que cerca de un millón lo hacen sólo una vez al día.

Una situación dramática, como en las mejores escenas de “Los juegos del hambre”, de la escritora norteamericana, Suzanne Collins.

Hablar con Maltés Tello, en su céntrica pero modesta oficina en Bogotá, descorre de manera despiadada la cortina de humo que por espacio de varios meses viene tejiendo el gobierno nacional para ofrecerle al mundo una visión irreal de lo que ocurre con los colombianos.

Miremos el caso del desempleo—dice, al tiempo que garabatea sobre su agenda, una serie de cifras que evidencian el crecimiento de este fenómeno social– Se mantiene en dos dígitos, es decir 13.7%. También cabalga a un ritmo enloquecido la informalidad laboral, que superan el 60% de quienes son hoy una población económicamente activa.

Luego habla del índice Gini que mide la distribución del ingreso, o la desigualdad. Según su análisis, se encuentra en 0.54, lo cual muestra una sociedad profundamente desigual.

Nos gustaría que se mostrara la realidad de nuestra nación en los escenarios internacionales—precisa el presidente de la CUT mientras apura el café tinto, infaltable en su escritorio, junto a un arrume de papeles sobre su escritorio.

Viene una pregunta, que no puede pasar por alto en este breve espacio de diálogo:

¿Y la carestía?

Grave el asunto. Carestía e inflación son propiciadas por el gobierno nacional cuando incrementa el precio de la gasolina en más del 10%, y los servicios públicos domiciliarios en más del 11% Eso es mucho—el dirigente de la CUT enarca sus cejas para darle mayor contundencia a sus palabras–: Se estimula la especulación cuando la Superfinanciera autoriza tasas de interés cercanas al 27%, tampoco controla Duque la tasa de devaluación del peso frente al dólar.

Desde su perspectiva, fundamentado en cifras de las que echa mano como todo economista, lo complejo es que el crecimiento económico no se irriga a todos los sectores sociales. “Las cifras hablan por sí solas. Las ganancias se quedan en los bolsillos de los megarricos.”

Al terminar la entrevista y antes de abordar el taxi, me pregunto cómo vive el drama el señor que vende dulces a la vuelta de la esquina.

Tiene casi setenta años. Obviamente no tiene mayores oportunidades y, junto a la pequeña caja donde ofrece sus escasos productos, un bastón. Asumo que no tiene posibilidades de empleo. Y cuando Duque habló ante la OCDE, lo más probable es que no se estaba refiriendo a la realidad que enfrenta a diario este compatriota…

Blog del autor https://cronicasparalapaz.wordpress.com/


ppotes02/10/2022
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Cada vez que Diego Molano entrega a sus antiguas amigas de Alotrópico un jugoso contrato, algún medio pregunta por qué y él se hace el de las gafas. Las preguntas lo tienen sin cuidado.

Por Daniel Coronell – Publicado originalmente en la Revista Cambio Colombia

Esta semana el ministro de Defensa, Diego Molano, le entregó 595 millones de pesos en contratación directa a unas antiguas subalternas a las que viene favoreciendo año tras año e institución tras institución. Sucedió el miércoles pasado 4 de febrero. El contrato, velozmente tramitado bajo el objeto de “fortalecimiento institucional”, arrancó inmediatamente y terminará a fines de agosto. Así el sucesor de Molano, en el nuevo gobierno, alcanzará a disfrutar del recuerdo del hoy ministro y de sus protegidas.

La empresa beneficiada se llama Alotrópico SAS y las felices accionistas son Lilian Polanía, Martha Isabel Restrepo e Isabel Quiroga. Las socias de la compañía tienen una cosa en común: todas trabajaron como subalternas de Diego Molano cuando era director del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF.

Lilian Polanía era parte de la oficina de comunicaciones del ICBF, Martha Isabel Restrepo era la coordinadora de comunicación audiovisual de la misma entidad e Isabel Quiroga era la directora del departamento. En esa condición tenían relación permanente con el ahora ministro.

Muy meritorio que las tres damas se asocien y decidan iniciar una empresa. Lo increíble es que siempre resulten recibiendo contratación directa de las entidades públicas por donde pasa el viejo jefe.

Debo decirles que no es la primera vez, ni la primera institución dirigida por Diego Molano, que le entrega contratación directa a Alotrópico SAS. La periodista Ana María Cuesta, quien en ese momento trabajaba para La FM de RCN, denunció la situación a raíz de otro contrato con MinDefensa esta vez por casi 900 millones de pesos.

La historia empezó unos días antes.

El 1 de febrero del año pasado, Molano se posesionó en remplazo del fallecido ministro Carlos Holmes Trujillo. Apenas se había sentado en su potente silla cuando ordenó trasladar de Santa Marta a Bogotá al teniente coronel de la Policía, Alex Durán. Así nombró al uniformado como ayudante personal. El coronel Durán es el esposo de Isabel Quiroga, una de las afortunadas dueñas de Alotrópico SAS.

El mes siguiente, en pleno pico del covid, el ministro Molano decidió que era hora de “mejorar la imagen institucional” y destinó a ese propósito 898 millones de pesos.

El proceso para contratar esa suma duró apenas unas cuantas horas.

El miércoles 31 de marzo, por cierto miércoles de Semana Santa, el Ministerio de Defensa le pidió a la empresa Alotrópico SAS —y a ninguna otra— que le presentara una oferta de servicios. La propuesta llegó y debió ser de una contundencia asombrosa porque ese mismo Miércoles Santo firmaron el contrato.

Un contrato ganado contra nadie por la empresa de la antigua subordinada del ministro y esposa de su ayudante.

Antes de ser ministro de Defensa, Diego Molano era el director administrativo de la Presidencia de la República. Y aquí siguen las coincidencias.

En los archivos públicos consta que el 8 de abril de 2020, la Presidencia de la República firmó con Alotropico SAS un contrato por 461 millones de pesos, que tiene como finalidad socializar y promover temas de interés nacional “que les sean asignados por el presidente de la república mediante la metodología ‘transformar comunicando, guía práctica para transformar imaginarios de la comunicación social’”.

Cada vez que Diego Molano entrega a sus antiguas amigas de Alotrópico un jugoso contrato, algún medio pregunta por qué y él se hace el de las gafas. Las preguntas lo tienen sin cuidado.

Para despedirse no podía faltar el cariñito. Esta semana fue firmado el nuevo contrato por casi 600 millones de pesos para que la empresa de las señoras emprenda “acciones de transformación y protección de imaginarios que tiene la población en relación con los temas relacionados con seguridad y defensa del Estado”.

Este es el triste epílogo del gobierno de Iván Duque que se proclamó paladín de la austeridad. Mientras el presidente recorre el mundo con su hermano en el avión presidencial, su ministro de Defensa raspa la olla con cargo al presupuesto nacional.


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EL sacerdote jesuita Javier Giraldo, dedicado a la defensa de los Derechos Humanos, y acompañante de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, habló sobre las amenazas a ese corregimiento, la captura de Otoniel y el balance del Acuerdo de paz .

Nota publicada originalmente en el Diario El Espectador

Javier Giraldo pasa al teléfono con la voz más apagada a causa de una gripa que lo afectó los últimos días del año. Contesta desde el Urabá, donde acostumbra a pasar la Navidad junto a los miembros de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, fundada a finales de los noventa en una pequeña localidad rural de Apartadó (Antioquia), y una causa que él acompaña y que ha resistido las embestidas de todos los grupos armados de la región.

El padre Javier, como se lo conoce de forma coloquial, ha sido un referente en la defensa de los Derechos Humanos en el país desde que en la década del ochenta encabezó la Comisión Intercongregacional de Justicia y Paz. Autor de varios libros sobre el conflicto armado, Giraldo fue muy crítico con el proceso de paz con los paramilitares y ahora muestra sus reparos a los acuerdos de La Habana, a los que según él despojaron de “toda su fuerza”. Colombia+20 conversó con el padre Giraldo la última semana de diciembre de 2021 sobre este y otros temas.

A cinco años de los acuerdos de La Habana, ¿cuál es su balance?

Creo que no se tocó ninguna de las raíces de la violencia en Colombia. En primerísimo lugar el problema de la tierra, pero también estaba el problema de la democracia y todo el problema de la manipulación mediática. Nada de eso se tocó en los acuerdos. De como se desarrolló el acuerdo de paz yo hice un cierto seguimiento los primeros años y saco una evaluación muy negativa de todo.

Entre lo firmado en La Habana en septiembre de 2016 y lo firmado en Bogotá después de pasar por Cartagena, hay unas diferencias enormes. Después vino el paso por el Congreso, que fue fatal. El Congreso y la Corte Constitucional metieron la mano y creo que le quitaron todos los dientes que el acuerdo podía tener, o lo que quedaba, porque ya lo habían despojado de toda su fuerza. Es muy distinto a lo que se pensó en La Habana.

Algo positivo es que casi 13.000 hombres y mujeres que estaban en armas ya no lo están…

Sí, pero han asesinado a muchos de ellos. Es como una constante de todos los acuerdos de paz anteriores: primero, no se tocan las raíces del conflicto; segundo, se asesina a los que se desmovilizan; tercero, se reciclan siempre los factores de la guerra y termina reciclándose la guerra.

El país rechaza los asesinatos de líderes sociales, por el simple hecho de apoyar el proceso de paz.

¿Qué ha cambiado en la situación de violencia y amenazas contra la Comunidad de Paz de San José de Apartadó?

Mirando un poco más atrás la situación comenzó a modificarse, aunque no con cambios sustanciales, desde la desmovilización del año 2016 porque se fueron estos grupos de las Farc que hacían presencia, pero el paramilitarismo fue tomando control de todas las veredas. Hoy en día ya todas las veredas del corregimiento tienen un control mediante presencia de por lo menos una persona o una familia que ellos llaman “puntos”, que es propiamente un sistema de espionaje.

Ellos convocan permanentemente asambleas de juntas de veredas, ponen sus puntos de vista sobre la agricultura, qué se puede sembrar, qué no se puede sembrar, ponen impuestos ilegales, imponen su modelo de desarrollo, que es antiecológico y va en contra de todo lo que la comunidad ha pensado siempre. En esas asambleas de veredas lanzan amenazas y quieren dejar siempre sentado que ellos son la autoridad de la región.

Nadie se puede oponer a ellos. Todo el mundo se tiene que someter y el que no se someta pagará las consecuencias. Hasta ahora no han obligado a la Comunidad de Paz a asistir a esas asambleas, pero cada vez la presión y la amenaza es más fuerte. Las respuestas que da el Gobierno y las Fuerzas Armadas a todas las quejas que la comunidad le transfiere a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, siempre son evasivas diciendo “no sabíamos, no estábamos presentes en la zona” o “vamos a investigar” y nunca se investiga, así va avanzando este tipo de control.

El padre Javier Giraldo expresa su preocupación por el desarrollo de los acuerdos de paz.

Otoniel dijo que lo suyo fue una entrega y además que busca una negociación de paz con el gobierno, ¿qué opina de ambas afirmaciones?

Creo que es muy ambiguo. Pocas personas en Colombia se tragaron esa versión de la captura de Otoniel, eso fue una obra de teatro demasiado mal preparada. La presencia del Clan del Golfo ha sido ciertamente de un paramilitarismo coordinado y articulado con la Fuerza Pública. Entre octubre y diciembre en la región del Chocó y el norte de Antioquia hubo tal agresión de los paramilitares coartando todas las actividades, incluso religiosas, que hubo misiones de verificación en las que participaron varios obispos, organismos internacionales y humanitarios.

Esas misiones sacaron unos comunicados muy fuertes y resulta que el Ministerio de Defensa está enfurecido contra la Iglesia por esa denuncia y exigió retractación por una de las afirmaciones que aparecen en esas denuncias: la que decía que hay síntomas de que el Clan del Golfo y el Ejército están actuando conjuntamente.

El Ejército está enfurecido exigiendo retractación, pero uno se pregunta, ¿qué pruebas van a exigir? Si quienes estuvieron en estas misiones escucharon el testimonio de la gente que ha vivido en carne propia las cosas terribles que están haciendo los paramilitares. Las mismas religiosas que están en esas zonas rurales les decían “aquí está la base militar y a pocos metros está la base paramilitar”. ¿Cómo van a negar que están actuando juntos?.

Hay una connivencia muy evidente que ya se ha denunciado, no solamente en el norte de Antioquia y el Chocó, sino en el Caquetá, en Putumayo, en Guaviare, que muestra lo mismo: se nota una articulación y connivencia incluso con algunas disidencias, con el Clan del Golfo y otros grupos paramilitares. La situación se ve muy grave.

El Ejército tiene a su favor que ha dado golpes duros al Clan del Golfo y eso es lo que reclama en su carta de retractación el brigadier Óscar Murillo, comandante de la Fuerza Titán del Chocó. Quizá es ambiguo eso de la connivencia…

Es cierto, yo creo que ellos manejan todo esto dosificadamente, de tal manera que puedan defenderse y mostrar la otra cara, la de la persecución, en determinados momentos. Pero hay algo que salta como una preocupación de fondo y es el problema de la verdad. 

Hasta qué punto los grupos que ellos dicen que han golpeado son realmente del Clan del Golfo, o más bien son delincuencia común o incluso de guerrilla, y tratan de presentarlos así. ¿Dónde está la credibilidad? ¿Dónde está la verdad?

Más de 13 mil reinsertados han sido asesinados desde que se firmaron los acuerdos de paz.

Las misiones humanitarias han tratado de escuchar el testimonio de las víctimas. Aquí los militares piden pruebas y las únicas pruebas válidas son las que van a las Fiscalías o a las Procuradurías, esas no son pruebas dentro de cierto consenso de los movimientos sociales, en primer lugar porque los que van a denunciar entran en un riesgo grandísimo y esa no es una vía de denuncia para los movimientos sociales, menos en un momento en que todos los órganos de control están cooptados por el alto Gobierno.

Entonces está de por medio el problema de la verdad, a quién creerle y cómo acceder a la verdad en un momento de estos en que no se puede confiar en los órganos de control. Uno ve tantas mentiras, por miles, de carácter oficial. El sólo hecho de que se destaparan más de 6 mil casos de falsos positivos muestra eso, 6 mil veces que el alto Gobierno fabricó falsas verdades y le presentó al país grandes mentiras relativas a crímenes horrendos que se presentaron como verdades y ahora se destapan.

Eran mentiras revestidas de verdad. Lo mismo es lo que ha pasado con la Comunidad de Paz de San José de Apartadó: si uno mira la masacre del 2005, el gobierno trató de venderle al país la falsa idea de que había sido la guerrilla la que había hecho esa masacre, ahora es la Corte Suprema de Justicia la que condena a 10 militares. Nos vendieron una falsa verdad durante varios años, era una mentira oficial revestida de verdad. Eso ha ocurrido multitud de veces.

Hugo Torres, obispo de Apartadó, asegura que la captura de Otoniel abre la posibilidad para la paz con el Clan del Golfo, ¿qué cree al respecto?

En primer lugar, eso del fin del Clan del Golfo es completamente falso, no fue una captura sino una entrega. Además, no se tocó la estructura de ellos que hace tiempo tenían su nuevo comandante elegido y todas sus finanzas reorganizadas. La estructura sigue sin tocar, lo de Otoniel no afectó para nada esa estructura.

Luego, el solo hecho de todas estas denuncias de connivencia con el Estado, eso no abre nada, al revés, en lugar de un espacio para la paz creo que más bien se agrave el problema de la guerra. El Ejército sabemos que nunca ha luchado como una defensa real de los sectores populares y los movimientos sociales, sino más bien como una represión de todas esas fuerzas. Y ahora se une con estos paramilitares que también son una fuerza contra los movimientos sociales. Se está es agravando el problema de la guerra.

Pero el mismo Otoniel dijo en su comparecencia ante la Justicia Especial para la Paz que ellos están dispuestos a hacer la paz…

Yo no sabría valorar eso… hasta donde llegará la sinceridad de todo esto.


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Semanas después, el domingo 8 de octubre de 2006 para ser precisos, apareció asesinado el cabo Raúl Carvajal, en el cerro de la Virgen, en el corregimiento de Lajas, en el municipio de Tarra, Norte de Santander. Se negó a asesinar civiles para hacerlos pasar por guerrilleros. Desafío la política macabra de los “falsos positivos”

Por Ricardo Romero Silva – Escritor y columnista de El Tiempo

Feliz Navidad, don Raúl Carvajal, descanse en paz porque de voz en voz en voz sigue viajando la noticia de que a su hijo, el cabo, lo mataron por negarse a cometer un par de “falsos positivos”.

Mijo, ¿y qué?: ¿Cómo está eso por allá?–, le preguntó usted la última vez que hablaron.

Papá, esto aquí está muy feo; a mí me mandaron a matar a dos muchachos para hacerlos pasar como guerrilleros muertos en combate y yo no los quise matar. Yo me voy a retirar–, advirtió él joven militar, que hoy encarna a tantos soldados que se negaron a la rutina del horror, como quien va dejando migas de pan en el camino a la verdad.

Semanas después, el domingo 8 de octubre de 2006 para ser precisos, apareció asesinado en el cerro de la Virgen, en el corregimiento de Lajas, en el municipio de Tarra, Norte de Santander. Y usted, respetado don Raúl, se dedicó a contar la historia.

Que el hijo que llevaba su nombre pertenecía al Batallón de Infantería Antonio Ricaurte de Bucaramanga. Que, luego de nueve años de servicios al ejército, acababa de ser trasladado a la Unidad Destructor Uno de la Brigada 30 de la Segunda División.

Y no fue asesinado por un francotirador de las Farc en la tal Operación Serpiente, como se repitió hasta la maldad, porque en aquellas fechas no hubo enfrentamientos en aquellos parajes, sino que fue atado de pies y manos, golpeado, torturado, ejecutado a dos metros de distancia y manipulado por otros soldados para cerrarle el paso a su fantasma, a su verdad:.

Tenía la cabeza rellena de papel periódico“, dijo usted, don Ricardo. Hace diez años le dieron los huesos de su niño, en el camposanto donde habían sido enterrados, pues no había con qué pagar la sepultura. Y empezó su odisea para contar lo que pasó como pasó.

Pero Colombia ha sido la distancia entre la verdad y la justicia. Usted despertó seguro de su paso a seguir, ordenó a su familia que se hiciera a un lado porque “yo ya no quiero llorar a otro“, subió al furgón Dodge en el que llevaba comida de las veredas a las ciudades, el PAH 605 de Montería, con los restos del cuerpo que fue su hijo, y vino a la plaza de Bolívar de Bogotá, el mar que recibe todos los ríos que ha olvidado, a contarles este relato en la cara a tantos poderosos que se encogen de hombros entre la guerra:

Si usted supiera lo que duele la muerte de un hijo”, le gritó a Uribe en la plaza el domingo 20 de febrero de 2011, “ustedes no han querido dejar que se esclarezca este asesinato“.

Y se parqueó diez años en la avenida Jiménez con la carrera 7.ª a esperar justicia. Y pidió a Dios que le dejara vivir hasta que esta historia pasara de vida en vida.

Murió el sábado 12 de junio de este año, a los 73, por culpa de la peste escabrosa que ha sido el fin de 129.534 colombianos. Escuchó que su hijo era uno de los 6.402 “falsos positivos” con los que dio la JEP. Pero no alcanzó a ver a Santos pidiéndoles “perdón a todas las familias, víctimas de este horror, desde lo más profundo de mi alma”.

No supo que al principio de esta Navidad –la moraleja de la Navidad es, se sabe, que vivir es volver a nacer– 21 militares aceptaron cargos por cientos de ejecuciones extrajudiciales; no imaginó que su gente vendría aquí, a Bogotá, a seguir su tarea, a pedir que su furgón quede parqueado en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación:

Necesito que mi hermano y mi padre descansen donde quiera que estén”, dijo su hija Doris en un funeral plagado de tapabocas, “ni siquiera sabía que esto era silencio“.

Feliz Navidad, señor Carvajal, descanse en paz que usted –con su historia a cuestas– no solo es el personaje de este año en el que fuimos llamados a decirnos la verdad, sino que será siempre el colombiano que dejó en claro que ningún padre merece ser evangelista de su hijo.

Página del autor www.ricardosilvaromero.com


ppotes12/22/2021
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Ya este presidente se fue así: torpe, mediocre y de espaldas a una generación que en vez de aplaudirlo lo abuchea, se burla de él y le prepara muchos Años Viejos en todo el país para quemarlos como la peor pesadilla que padecieron en este 2021.

Por Raúl Ramírez, periodista.

Cuando Giovanni Jurado, más conocido como Eko, interpeló en el espectáculo que Duque tenía montado en Cali, el rostro de los acólitos del presidente se desencajó.

“Presidente, ¿Usted cuándo va a reconocer a las víctimas del paro? ¿Por qué tiene un proyecto de Ley que reprime con pena de muerte la protesta social? ¿Cómo va a garantizar que las elecciones del 2022 no nos la van a robar?”, interrogó fluidamente el joven que hace ocho meses, con centenares más, protagonizó uno de los estallidos sociales más potentes que se hayan registrado en la ciudad, y que ayer estaba sentado en el auditorio en calidad de recién electo Consejero Municipal de Juventud.

El presidente, el más joven que haya tenido el país, empezó por lo último: comparó el proceso electoral del próximo año con las elecciones realizadas el pasado 5 de diciembre donde se eligieron los Consejeros Municipales de Juventudes; uno de ellos, su interpelador. Es decir, para Duque es tan similar la elección presidencial como las de los CMJ. En ellas se juegan los mismos intereses, el mismo botín, la misma burocracia. ¡Vea pues!

“¿Tú sentiste irregularidades en la que te eligieron? ¿pusiste la demanda? ¿porqué no la pusiste?“, acosaba, preguntaba y se contestaba el presidente, como si no viviera en este país.

Sobre los 48 jóvenes asesinados en Cali, se fue por las ramas: “Aquí no permitimos la violencia contra los manifestantes“, declaró sin aclarar por obra y gracia de quién en la ciudad se cometió ese genocidio, y porqué los civiles y policías que dispararon contra los jóvenes y los indígenas siguen sin ser judicializados y se pasean por campañas electorales de su partido.

Duque alardeaba de su poder en el escenario, sin notar que -antes que a un Estadista- sus respuestas reflejaban la pequeñez de sus ideas y la poca estatura ética y moral de quién arrastrará toda su vida esos crímenes.

Duque creía estarle hablando a un jardín infantil y no a los jóvenes que vivieron en carne propia las consecuencias de sus políticas, jóvenes que vieron caer a su lado a otros muchachos que reclamaban salud, educación, comida y diálogo; y que a cambio recibieron un disparo de fusil.

Ya este presidente se fue así: torpe, mediocre y de espaldas a una generación que en vez de aplaudirlo lo abuchea, se burla de él y le prepara muchos Años Viejos en todo el país para quemarlos como la peor pesadilla que padecieron en este 2021.

En el 2022 estos muchachos tienen la palabra.

 


ppotes12/21/2021
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Lo de Chile bien puede tener su resonancia en Colombia en los primeros seis meses del 2022. Amanecerá y veremos, a no ser que la violencia se expanda para bloquear la insurgencia revolucionaria de las masas.

Por Horacio Duque, analista internacional

Los resultados electorales de las votaciones presidenciales en Chile este 19 de diciembre del 2021 confirman el vigor del nuevo ciclo  de cambios progresistas en la región.

La ultraderecha pinochetista representada por Kast quedó relegada  y la ciudadanía fue consecuente con la enorme movilización desatada desde el segundo semestre del 2019 contra el modelo neoliberal y el poder de las oligarquías financieras y mineras que se apropiaron del Estado y de amplios bienes comunitarios desde la dictadura del General Pinochet y la perversa transición política gestionada por la denominada Concertación que contemporizo con toda la fantasía neoliberal y el consumismo postmoderno.

La casta dominante chilena es muy poderosa y existía el temor justificado por la desviación del proceso democratizador y de insurrección social que se presentó desde el 2019, mediante varias medidas o maniobras mediáticas y el recurso a la violencia con la militarización de la Macro zona sur donde habitan los Mapuches.

Además, la Convención constitucional en funciones ha sido objeto de la presión para acotar su trabajo a la construcción de un Estatuto armónico con los Ejes de la Constitución de 1989, inclinada hacia el mercado capitalista y contraria a los derechos fundamentales de la sociedad.

El pronunciamiento de ayer, no obstante las contradicciones políticas y discursivas de Boric, le da un respiro a las mayorías populares y recarga la potencia de la multitud para que se enfoque en una transición estructural que haga el corte definitivo con el paradigma neoliberal, socialdemocratizante, en su penúltima versión.

EL CONTEXTO COLOMBIANO

En los mismos términos estamos en Colombia. La ultraderecha retardataria y violenta agota toda suerte de maniobras para impedir la expresión política de las poderosas movilizaciones de masas ocurridas desde el 2019. La más reciente salida corre por cuenta de la verborrea populista de Rodolfo Hernández, una especie de Trump andino, que haciendo gala de su asquerosa fortuna derrocha demagogia contra los políticos corruptos y a favor de la arremetida policial contra los manifestantes estigmatizados como vándalos por la Presidencia de la República, el Ministro de la Defensa y el Fiscal.

Hernández esta disparado y lo que puede suceder es que con las ínfulas agregadas por la maquina mediática del uribismo, el debate se centre entre este personaje y Gustavo Petro, la figura principal del Pacto Histórico, la coalición democrática que crece como alternativa popular para el cambio y las reformas estructurales.

Lo cierto es que la escena política nacional se mueve por la preponderante incidencia de Petro que en el mediano plazo debe expresarse en la elección de un amplio grupo de senadores (40) y representantes (50) como un bloque legislativo comprometido con la propuesta programática del Pacto histórico.

Lo de Chile bien puede tener su resonancia en Colombia en los primeros seis meses del 2022. Amanecerá y veremos, a no ser que la violencia se expanda para bloquear la insurgencia revolucionaria de las masas.


Sugov12/21/2021
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Una persona alcanza su nivel más alto de ignorancia cuando rechaza algo de lo cual no sabe nada”.


Pablo Sepúlveda Allende (*).
Diputado, me atrevo a responderte porque veo el peligro que significa que importantes líderes como tú, jóvenes referentes de esa “nueva izquierda” que ha surgido en el Frente Amplio, hagan simplonas, absurdas y desinformadas comparaciones en temas tan delicados como lo son los DDHH.
Es muy sesgado y grosero que equipares -sin el más mínimo argumento- el supuesto “debilitamiento de las condiciones básicas de la democracia en Venezuela”, la “permanente restricción de libertades en Cuba” y “la represión del gobierno de Ortega en Nicaragua” con las sí comprobadas atrocidades de la dictadura militar en Chile, el evidente intervencionismo criminal de los EEUU alrededor de todo el mundo y el terrorismo de Estado de Israel contra el Pueblo de Palestina.
El que escribas semejante insensatez no “significa transformarse en un pseudo agente de la CIA” pero sí denota una importante irresponsabilidad e inmadurez política que puede transformarte en un elemento útil para la derecha, o peor aún, terminar siendo esa “izquierda” que la derecha ansía; una izquierda sonsa, ambigua, una izquierda inofensiva, que por oportunismo prefiere parecer “políticamente correcta”, esa izquierda que no es “ni chicha ni limonada”, esa que no quiere quedar mal con nadie.
Una izquierda así, confunde, pues no se atreve a señalar y enfrentar con coraje a los verdaderos enemigos de los pueblos. Ahí el peligro de emitir opiniones políticamente inmaduras.
¿Acaso te has preguntado por qué Venezuela está siendo tan vilipendiada y atacada mediáticamente? ¿Por qué es noticia todos los días en prácticamente todos los países del mundo occidental donde dominan los grandes medios de comunicación? ¿Por qué es atacada por todos los flancos y en patota? ¿Por qué esos grandes noticieros callan las continuas masacres en Colombia y México? ¿Por qué los que se rasgan las vestiduras preocupándose por un diputado venezolano, confeso de participar en un intento de magnicidio, no tienen el valor de exigir a Israel que cese el genocidio contra el Pueblo Palestino?
El mundo al revés. Ese es el mundo de la política sin corazón y sin coraje.
Ya Margarita Labarca Goddard te argumentó de forma clara y contundente por qué te equivocas en tus juicios hacia Cuba, Venezuela y Nicaragua. Yo solo agregaré que Venezuela tiene una democracia mucho más saludable y transparente que la que hay en Chile, cuando quieras te lo puedo argumentar y lo podemos debatir, si es que te interesa.
También resulta fácil argumentarte por qué es una falacia la “permanente restricción de las libertades en Cuba”. Eso sin mencionar que la palabra “libertad” está tan manoseada, que a estas alturas su verdadero significado resulta ambiguo, y una definición sensata requiere de un debate hasta filosófico. O dime tú, ¿qué es la libertad?
Te nombro estos dos países porque los conozco bastante bien. En Cuba viví 9 años y en Venezuela llevo viviendo otros 9 años.
A Nicaragua no la conozco de primera mano, pero te invito a preguntarte cómo habría sido la reacción de un gobierno de derecha ante la acción de bandas criminales pagadas y fuertemente armadas, que llegan a tomar sectores de las más importantes ciudades del país; y donde además, dichas bandas mercenarias se instalan a cometer hechos abominables como secuestrar, torturar, mutilar, violar y hasta quemar vivos, a decenas de seres humanos, por el solo hecho de ser militantes de una causa -en este caso, militantes sandinistas-, donde la persecución llegó al punto de asesinar a familias enteras en sus propios hogares.
El gobierno legítimamente electo en Nicaragua, aun teniendo los recursos, el marco jurídico y la fuerza para accionar contundentemente de forma inmediata contra semejante desestabilización fascista, bastante se contuvo. ¿Crees que la derecha en el poder habría tenido esa visión pacífica y de llamado a diálogo para la resolución del conflicto?
La historia nos responde.
Entiendo que puedas estar confundido por los grandes “medios de comunicación” que se encargaron de victimizar a los victimarios; igualito a como lo hicieron hace un año en Venezuela durante las llamadas guarimbas.
Por tanto, Gabriel, hablando objetivamente, con argumentos serios -sin opiniones formadas y modeladas mediáticamente a base de tergiversaciones y mentiras repetidas a diario-, no existe doble estándar en los que defendemos a Cuba, Venezuela y Nicaragua.
No tenemos desaparecidos ni torturados, no metemos presos a quienes piensan u opinan distinto, sí a criminales; sean estos diputados, políticos o supuestos estudiantes. Más bien me parece ver ese “doble estándar” en ti mismo, al emitir cómodos juicios de valor desde la manipulación y el desconocimiento.
Sobre medios de comunicación, democracia y libertades, podemos discutir comparando a Chile con estos países. Te aseguro que lamentablemente Chile no saldría muy bien parado, más aún, si incluimos los derechos humanos, económicos y sociales que allá no son más que mercancías.
Una persona alcanza su nivel más alto de ignorancia cuando rechaza algo de lo cual no sabe nada”.
(*) Médico, Coordinador de la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad, *nieto del Presidente Salvador Allende Gossens.*

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Colombia nuevamente en el escarnio del concierto mundial: la presidente de la Cámara de Representantes terminó graduándose con una tesis plagiada. Un país donde se habla de transparencia, pero los mismos legisladores son corruptos.

Por Fernando Alexis Jiménez  | Dirigente Sugoviano

La doble moral del partido de gobierno quedó evidenciada con la denuncia de la Universidad Externado de Colombia, sobre el plagio que hizo Jennifer Arias Falla, presidenta de la Cámara de Representantes, en la tesis de la maestría en Gobierno y Políticas Públicas.

El pronunciamiento de la entidad académica se produjo tras meses de investigaciones. La tesis fue sometida a un análisis electrónico y oh sorpresa de sorpresas: “Esta operación arrojó un importante número de coincidencias con fuentes o documentos publicados en internet de autores diferentes a las señoras Arias Falla y Largo Alvarado”, se lee en el documento.

Como era apenas previsible, la Universidad contrató a un experto en derechos de autor y propiedad intelectual para confirmar o desistir en este caso. Luego concluyó: “… es ostensible la cantidad de textos reproducidos literalmente (plagio servil) o deliberadamente parafraseados en donde basta la simple lectura para deducir la forma en que tales fragmentos llegaron al trabajo de grado analizado”.

Lo sorprendente, además, es que no se trata de la única líder política que incurre en esta irregularidad. Ya otros líderes lo han hecho.

Lo grave del asunto es que, en la plenaria donde los congresistas pidieron su renuncia, se exaltó y argumentó que la atacaban porque era del partido de gobierno y “ustedes son de la oposición.”

Nuestras leyes dicen que cualquier ciudadano tiene derecho a ser escuchado en cualquier proceso y entregar pruebas. Además, debe existir un debido proceso. Mi nombre ha sido maltratado sin ser escuchada, eso no es justo y así ustedes no me quieran, por ser del Centro Democrático, eso no es justo”, dijo sin poder contener su furia. Ahora resulta que es perseguida política. ¡Faltaba más, por Dios santo!

No es nuevo, por supuesto, porque muchos de quienes han sido cercanos e, incluso, funcionarios de corte Uribista, terminaron inmersos en hechos escandalosos y de corrupción. Basta mencionar algunos nombres:

Bernardo Moreno, Alberto Velásquez, Andrés Felipe Arias, César Mauricio Velásquez, José Obdulio Gaviria, Diego Palacio, Mario Uribe, Sabas Pretelt de la Vega, Luis Alfonso Hoyos, Luis Carlos Restrepo, María del Pilar Hurtado, Jorge Noguera, Flavio Buitrago y Luis Guillermo Giraldo.

No estamos hablando de peritas en almíbar ni personas a las que, injustamente persiguieron. Nos referimos a quienes han ocupado altos cargos en el gobierno nacional y en el Congreso.

Pero volviendo al caso de Jennifer Arias, tuvo la desfachatez de declararse inocente y blanco de un complot: “¿Quién me garantiza a mí que el documento sobre el que hicieron la investigación es del documento original de mi tesis?”, dijo Arias. Por último, manifestó su confianza en la justicia, donde dice que demostrará que no hubo plagio.

Lo único positivo de esta política, que en otras ocasiones ha sido cuestionada, es que reconoce que es del partido de gobierno. Es decir, una representante de la organización política que ha sumido en la crisis a Colombia y que, fruto de la inconformidad popular, debió soportar poco más de dos meses de paro nacional.

Lo grave ahora es que Oscar Iván Zuluaga, del partido Centro Democrático, se postula nuevamente como candidato presidencial para continuar con la hegemonía de corrupción, arbitrariedad y descrédito para el país.  

NOTA IMPORTANTE: El autor del presente artículo asume la totalidad de la responsabilidad por el contenido, ya que—aunque es dirigente sugoviano—reconoce que sus planteamientos de carácter político, no necesariamente interpretan el pensamiento político de la organización sindical.


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El mayor problema que enfrentan es el bloqueo internacional y que, los países con los que mantienen relaciones comerciales, no demandan toda su producción. Los estimativos son alentadores para finales de este año y comienzos del 2022.

Por Fernando Alexis Jiménez | Dirigente sugoviano

Las imágenes de una Venezuela donde las personas recogen desperdicios de un tacho de basura para paliar el hambre, distan mucho de un país que sobrevive al bloqueo económico promovido por Estados Unidos y sus aliados. De hecho, han emprendido acciones que se ven reflejadas en la progresiva recuperación de su economía.

“El mayor problema que tenemos, no es la devaluación del bolívar, sino quienes desde afuera levantan barreras para frenar cualquier posibilidad de generar exportaciones”, me dijo Neftalí Moisés Freites, un exponente de la clase trabajadora con amplia trayectoria en PDVSA. Estábamos tomándonos un cafecito en El Danubio, desde donde se escucha el rumor de los vehículos que transitan la avenida Cacique Guaicapuro, en el tradicional sector de San Agustín, en el norte de la ciudad.

CAMINO A LA REACTIVACIÓN ECONÓMICA

En Chacao Danubio, una zona hermosa como las que tiene Cali, muchas personas se dan cita para compartir una buena comida. No son ricos, sino hombres y mujeres de clase media que no se resignaron a la adversidad y decidieron meterles el hombro a las situaciones difíciles. Trabajan o se rebuscan. Así de sencillo. No andan a la caza de desperdicios, imagen popularizada por los medios internacionales.

Aquí la vida es normal, como en Colombia o cualquier otra nación latinoamericana. Por eso no entendí sus preguntas alrededor de cómo estábamos acá (una forma muy diplomática de decirme que preguntaba pendejadas). Y ya comprende por qué le dije que venía para Venezuela, no para una prisión gobernada por un dictador, como dicen los pitiyanquis”, me dijo tras soltar una carcajada que me hizo sentir que, pese a mi condición de hombre de izquierda, me he dejado permear como muchos, por la información que nos venden los norteamericanos a través de sus canales masivos.

Medios internacionales se han encargado de vender una imagen de miseria sobre Venezuela.

El Danubio es una pastelería fundada hace 50 años. Conserva el toque especial en la preparación del café, muy propio de sus fundadores. Por su nómina han pasado varios colombianos, quien saben de café y le imprimen su marca especial al prepararlo.

Aunque el producto interno bruto (PIB) experimenta una contracción, los vientos alentadores soplarán en el 2022 con un alza positiva del 1%. “Nuestra economía va camino de la reactivación”, me dijo este obrero que, gracias al apoyo del gobierno, pudo cursar ingeniería de sistemas y una especialización. Una oportunidad que tienen todos gracias a una ley obligatoria que permanece en el tiempo. “Aquí estudia el que quiere, y el que no, se va para Colombia, Ecuador o Perú, a pedir en los semáforos.”, enfatizó.

Contrario a esta perspectiva alentadora, el Fondo Monetario Internacional mantiene su previsión de que el PIB de Venezuela caerá 5%, aunque su dato más reciente es el de abril.

A renglón seguido me mostró unos estudios del economista, Eduardo Fortuny, de Dinámica Venezuela, una organización especializada en investigaciones financieras. Según el profesional, se espera un crecimiento del 3% este año, y del 4% para el próximo 2022.

Este profesional ha sido cuestionado por sus posiciones polémicas alrededor de que todavía falta la salida de por lo menos 3 millones de sus connacionales para llegar a un nivel de estabilización en todos los órdenes. “No podemos seguir ejerciendo un papel paternalista, que—hay que admitirlo—es uno de nuestros mayores desangres”, insiste. La otra cara de Nicolás Maduro que pocos conocen. Ha sido así desde 1998, cuando se inició la era del coronel Hugo Rafael Chávez Frías.

Las naciones con las que mantienen nexos, se convierten en plataforma para venderles minerales, oro, acero, hierro, aluminio, fertilizantes, maíz, pescado, bebidas, vinagre y químicos inorgánicos.

Casa donde nació el libertador, Simón Bolívar. Convertida en un museo.

LA MIGRACIACIÓN, FRUTO DE LOS CANTOS DE SIRENA

Neftalí Moisés Freites me acompañó en el recorrido por varios sitios emblemáticos de Caracas. Conocí la casa donde nació Simón Bolívar—una edificación suntuosa con placas de mármol en la entrada–; la Quinta de Anauco, una estructura colonial de finales del siglo XVIII a la que Bolívar iba con frecuencia y convertida hoy en el Museo de Arte Colonial; la Plaza Bolívar o plaza mayor construida en 1567; el paseo Los Próceres, el Museo de Arte Contemporáneo y el inolvidable Puente Llaguno, escenario de una marcha que pretendía tumbar al presidente Chávez, andanada en la que participaron ciudadanos azuzados por Norteamérica el 11 de abril de 2002.

Hubiese querido conocer más, pero fue imposible por el inesperado deceso de mi suegra, lo que obligó el regreso a Colombia tras exponer en un encuentro de periodistas de varios medios alternativos de Latinoamérica. Adelantar el viaje no fue difícil, ya que la aerolínea que hace tránsito en la ruta Cali-Panamá-Caracas y viceversa, viaja con relativa ocupación. Comprensible: el renglón turístico está diezmado por la mala prensa internacional.

El dirigente obrero me habló de un fenómeno que sigue creciendo: la migración de venezolanos a otros países. “Ya sobrepasamos los seis millones de compatriotas aguantando hambre en otros países, en especial, en Colombia, donde su presidente Duque les prometió el paraíso.” Le aclaré que Duque no es “mi presidente”, porque soy de izquierda, y que ni siquiera los derechistas lo quieren porque ha sido—junto con Uribe–, uno de los peores gobernantes de la historia. Una prueba evidente fue el Paro Nacional que tuvo en jaque al gobierno por más de dos meses.

El tradicional Paseo de los Próceres.

Alrededor de 850 mil personas han pedido asilo en otras naciones, 175 mil han logrado el estatus de refugiados y hay quienes han corrido con “suerte” y viven en buenas condiciones en el extranjero. Suman los 2.5 millones.

¿Por qué se fueron?, le pregunté. Un largo silencio, una mirada perdida en la lejanía, hacia donde se levanta el Parque Nacional El Ávila, para dar una respuesta contundente: “Les faltó el coraje para enfrentar los malos momentos. Dejaron su país para asumir una actitud mendicante en otros lares. Allá los discriminan y, no podemos negarlo, algunos se han visto involucrado en delincuencia. No todos, pero algunos sí.”, me dijo. Lo comprendo, siente el dolor de patria porque ellos, al igual que él, vieron florecer una Venezuela con esperanza, antes que Norteamérica emprendiera la concatenación de ataques a su economía.

EL PAÍS ESTA EN PROCESO DE RECONSTRUCCIÓN

En criterio de especialistas, es necesaria la liquidación de empresas estatales que están generando pérdidas, la repotenciación de otras que son prometedoras para el mercado y, en tercer lugar, la búsqueda de nuevos mercados.

Aquí nos tocó reinventarnos. No es un proceso fácil, pero vamos a lograrlo porque hay gente dispuesta”, explica tras escribir en mi libreta de notas, una serie de cifras que apuntan a una recuperación económica. “Mire estos números. No estamos soñando. Ahora somos una opción comercial.”, anotó.

Es cierto, al punto que congresistas colombianos insisten en el restablecimiento de relaciones comerciales entre los dos países. No porque amen a Venezuela, sino por conveniencia.

Regresé a mi amada Colombia con dos sentimientos: la nostalgia por abandonar un territorio que sigue luchando por sobrevivir al bloqueo de varios enemigos del sistema, y la urgencia de llegar al sepelio de mi familiar.

Solo puedo decir que, al despegar el avión del casi vacío aeropuerto de Maiquetía-Simón Bolívar, me fijé la meta de regresar y, estoy seguro, será muy pronto…

NOTA IMPORTANTE: El autor de esta nota asume en su totalidad la responsabilidad por el contenido, incluyendo sus apreciaciones políticas. Aun cuando es dirigente sugoviano, admite que sus conceptos no necesariamente interpretan el pensamiento del Sindicato que lleva en su corazón.

 


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El SUGOV llegó a su aniversario número once. Una fecha especial que coincidió con la movilización social en el país. Ocasión para reafirmar nuestro compromiso con la lucha obrera.

Por Fernando Alexis Jiménez | Dirigente sogoviano

Los once años del SUGOV tuvieron una singular coincidencia: la movilización gigantesca de los trabajadores que inició en la sede del SENA, en Salomia, y concluyó frente a las instalaciones de la Regional del Trabajo, en la avenida de Las Américas.

La Alcaldía de Cali, como siempre, con sus pronunciamientos ramplones y destemplados, dijo que sólo participaron 800 representantes de la clase obrera.

El desplazamiento estuvo enmarcado en la cultura ciudadana, en la tolerancia y el respeto. No hubo bloqueos, tuvimos una marcha que llegó casi a 900 personas diciendo lo que les disgustaba. No hubo necesidad de utilizar la Fuerza Público, no hubo ningún evento que lamentar“, aseguró Carlos Soler, secretario de Seguridad de Cali. Por supuesto, su perspectiva es la de milico en retiro, a quien toda expresión de protesta social, le produce urticaria.

En Puerto Resistencia se realizó otra concentración. Como siempre, en esa zona del oriente caleño, con amplia participación ciudadana.

Miembros del ejecutivo de la CUT Valle

 

UN ESTADO DE ALERTA PROVOCADOR

La administración del Alcalde, Jorge Iván Ospina, realizó el martes 19 de octubre, un Consejo de Seguridad, en el cual y tal como lo registra la seudo-revista Semana (porque hay quienes opinan que es un pasquín uribista), se declaró en “alerta por lo que pudiera ocurrir”.

Compañeros Álvaro Ruíz Erazo y Yecid González, participando en la movilización del 20 de octubre

De acuerdo con su pronunciamiento, estarían alerta para proteger las estaciones y los buses del MIO, con lo cual, confirma la posición que lo ha caracterizado, de satanizar la protesta social. Pero se quedó viendo un chispero, porque todo transcurrió en el marco de la normalidad, sin que esa normalidad, por supuesto, deje de evidenciar la inconformidad del pueblo con Duque y su dictadura.

En consonancia con sus temores, militarizó la ciudad. Fueron 1600 agentes de policía y 320 del ejército. Temía un nuevo alzamiento. ¡Lo que hay que ver y oír, definitivamente!

EL ESMAD ACANTONADO EN LA GOBERNACIÓN DEL VALLE

Pero la gobernadora, Clara Luz Roldán González, no se le quedó atrás. Acantonó el Esmad en el Palacio de San Francisco, como ha sido su costumbre. ¿Por las protestas? No, claro que no. Trajo a los alegres muchachos del escuadrón móvil anti disturbios, porque el Sindicato Unitario de la Gobernación del Valle—SUGOV—celebraba sus once años, un aniversario que no íbamos a pasar de agache.

No sabemos qué pensaba la funcionaria. Y lo que hicimos así de subversivo o clandestino, fue presentar el grupo musical Viento y Madera (que interpretó canciones sociales) para recibir a los compañeros empleados y contratistas, y entregarles a todos un detalle. Fueron más de mil ejemplares de bolígrafos de lujo, estampados con el logo del SUGOV. Es nuestra forma de compartir con todos, sin odiosas distinciones, la alegría de cumplir once años al frente del cañón, en defensa de la clase trabajadora.

Fue una jornada maravillosa. Emocionante, si queremos ser más específicos. Recibimos muchas voces de aliento. La solidaridad flotaba en el ambiente. “Ustedes han luchado por todos nosotros, le han puesto el pecho a la brisa. Gracias, compañeros”. Fue una expresión recurrente que escuchamos en todos.

Tras entregarles un detalle del SUGOV, les reafirmamos a los agentes del Esmad: “Aunque tengan uniforme, ustedes son parte de nuestro pueblo.” También por ellos luchamos, porque son pueblo precarizado.

HASTA LOS COMPAÑEROS DEL ESMAD RECIBIERON SU DETALLE

Es cierto, sabemos que el Esmad reparte garrote con generosidad en la protesta social. Pero más allá de su uniforme de robocop, que resulta intimidante, para nosotros, son clase trabajadora. De hecho, funcionarios explotados a quienes, desde un escritorio, los altos oficiales les dan la orden de arremeter contra su propio pueblo, el mismo pueblo al que ellos pertenecen.

A ellos les dimos su detalle sugoviano. Lo guardaron furtivamente. “Lo vamos a usar, téngalo por seguro”, nos decían.

Incluso, se tomaron una foto con algunos de los dirigentes del SUGOV. Una foto para la historia que reafirma nuestro convencimiento de que ellos, desde nuestra perspectiva, son pueblo precarizado, hombres y mujeres que, al término de su jornada, regresan a casa y, al día siguiente, hacen fila en un supermercado, pagando altos costos por los alimentos. Al fin y al cabo, también golpeados por la dictadura de Duque.

En el marco de los 11 años del SUGOV, rendimos homenaje al compañero Álvaro Ruíz, uno de los fundadores de nuestra organización.

HOMENAJE AL COMPAÑERO ÁLVARO RUÍZ ERAZO

El 20 de octubre fue memorable. Celebramos once años de lucha ininterrumpida y comprometida con la clase trabajadora, pero, también, de aporte a la generación de conciencia alrededor de lo que somos: un pueblo explotado que debe despertar del marasmo y levantar su puño en alto para decir: “Basta ya de sometimiento”.

En el marco de este aniversario, se hizo un reconocimiento especial al dirigente y fundador sugoviano, Álvaro Ruíz Erazo. Un batallador de la clase obrera. Se formó inicialmente como economista en Colombia e hizo su especialización, por espacio de ocho años, en Cuba.

Y aunque le fue doloroso irse de La Habana, de las tardes de brisa junto al malecón de ocho kilómetros que bordea la ciudad y recibe como un abrazo gigantesco las olas del mar y el rumor de aguas embravecidas que traen desde tierras lejanas las voces de admiración por la lucha que han librado, Álvaro decidió regresar a su patria, a combatir ideológicamente desde otra trinchera: el sindicalismo clasista.

Álvaro Ruíz, primero en la margen derecha y enarbolando su brazo empuñado, ha sido un líder comprometido con la defensa de la causa obrera.

Desde su vinculación como profesional en la Gobernación del Valle del Cauca, Álvaro ha sido un defensor de la causa del pueblo, de los marginados, de los sin-techo, de los desempleados. Y fue, a la sazón, uno de los gestores del SUGOV porque no compartió—junto con quienes le acompañaron en esa gesta—la actitud sumisa del sindicato de siempre, el de marras, en el que su presidente siente orgullo de posar con el gobernante de turno, mientras que a los afiliados les habla con un discurso acomodado.

Álvaro Ruiz Erazo está en la antesala de su retiro tras entregar gran parte de su vida a la función pública. Pero ninguno de nosotros quiere que pase desapercibido su aporte al sindicalismo, porque como diría el coplero de los llanos venezolanos, Rafael Martínez, Álvaro es un “amigo sin condición, con trago y fuera de tragos”. Es decir, alguien en quien se puede confiar siempre.

Lo ocurrido el 20 de octubre lo llevaremos siempre en el corazón, porque once años de lucha, no se cumplen todos los días…



Nosotros

El Sindicato Unitario de la Gobernación del Valle del Cauca-Diverso pero Unitario, es una Organización Sindical de Industria y/o rama de actividad económica de primer grado y mixta, que tiene en su seno a Servidores Públicos adscritos en los Niveles Central-Descentralizado, EICES-ESES-de Nivel Dptal. y Funcionaros de Educación planta FODE .


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